El secretario general de la ONU, António Guterres, habló en Nueva York de la "peor crisis económica en casi una década". Las reservas podrían agotarse a fines de octubre, advirtió el jefe de la ONU. Las Naciones Unidas no podrán entonces pagar a empleados y proveedores. La situación financiera de las Naciones Unidas es grave, según difundió DW
El Político
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se financian principalmente con contribuciones de sus Estados miembros. Estos tienen que aportar el presupuesto de 3.300 millones de euros para 2019. Hasta ahora, sin embargo, solo 129 de los 193 estados miembros han pagado sus partes, un total de aproximadamente dos mil millones de dólares. La cifra que aún no ha sido transferida causa la falta de liquidez que tiene lugar en los últimos meses del año.
Es importante destacar que el aporte depende del poder económico de un país. Actualmente, Estados Unidos es el que más paga. Este se encarga de transferir el 22 por ciento del presupuesto total. Sin embargo, el gobierno de Washington le debe, en la actualidad, a la comunidad internacional unos 380 millones de dólares de presupuestos anteriores y 670 millones de dólares de este año. Es decir, más de mil millones de dólares en total.
Es de hacer notar que Brasil, Irán, Israel, México, Corea del Sur, Arabia Saudita y Uruguay no han pagado aún. Por supuesto, Naciones Unidas espera que EE. UU lleve a cabo la enorme contribución que adeuda. De todas maneras, suele ser usual que la ONU tenga que esperar a que pague, porque el año fiscal de Estados Unidos comienza, a diferencia, por ejemplo, de Alemania, en octubre. Por lo tanto, el gobierno de Estados Unidos decidió en la década de 1980 pagar sus contribuciones en otoño. "En realidad, la ONU tiene siempre este agujero económico al final de año", dice el politólogo Ronny Patz. "Pero sabe que, en principio, Estados Unidos abonará las grandes cantidades que faltan", añade.
Ante esta situación, las Naciones Unidas han adelantado un programa de austeridad desde hace meses.
António Guterres, secretario general de la ONU, ya tomó muchas medidas de ahorro y, por lo tanto, evitó un déficit aún mayor. El llamado debate general de la Asamblea General y la cumbre climática en Nueva York pudo celebrarse este septiembre debido a esas medidas de austeridad adoptadas con anterioridad.
Hay que considerar que, a diferencia de otras organizaciones, a la ONU no se le permite pedir créditos si tiene problemas financieros. Otra razón que explica este desbarajuste financiero es el llamado "working capital” o activo circulante. Este es un tipo de reserva financiera que se puede utilizar cuando la liquidez de Naciones Unidas está en peligro. António Guterres ha exigido repetidamente aumentarlo para adaptarlo a la subida de presupuesto. "Sin embargo, los Estados miembros son reacios a hacerlo, porque son fondos flotantes que se han establecido de antemano sin un objetivo determinado", dice el politólogo Ronny Patz.
¿Amenaza la falta de liquidez las misiones de los cascos azules?
La respuesta es no a esta interrogante. Actualmente, el problema de liquidez afecta al presupuesto central que, por ejemplo, se utiliza para pagar a los empleados en Nueva York y Ginebra. Las misiones de paz de la ONU se financian de una partida presupuestaria distinta.
Con información de: DW