Joe Biden convocó a la Cumbre de la Democracia a líderes de 110 países, pero destaca la ausencia de ocho países latinoamericanos que puede crear un "club de los buenos" y otro de los malos.
El Político
Esto sería "contraproducente" para los intereses estadounidenses y la propia democracia en la región, estiman expertos.
El presidente estadounidense celebra este jueves y el viernes una Cumbre por la Democracia virtual a la que ha invitado a más de 100 gobiernos, así como a destacados activistas, periodistas, líderes del sector privado y otros miembros de la sociedad civil, reportó AFP.
Cumbre de la Democracia
La idea es que sirva de plataforma para que los líderes "anuncien nuevos compromisos, reformas e iniciativas" de acuerdo con tres pilares: la defensa de la democracia contra el autoritarismo, la lucha contra la corrupción y el respeto de los derechos humanos, afirmó el martes un funcionario gubernamental estadounidense bajo anonimato.
Ocho países de las Américas han quedado excluidos de este cónclave, que será virtual debido a la pandemia. Se trata de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití, a los que no se les ha enviado una invitación.
"Es muy probable que su ausencia de la cumbre sea contraproducente tanto para los intereses de Estados Unidos como para la democracia en la región", declaró Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano.
Los excluidos pueden interpretar que Estados Unidos aplica la política del ‘si no estás conmigo estás contra mí’ y desembocar en dos clubes, "el de las democracias y los demás", afirma Christopher Sabatini, investigador de Chatham House.
¿Fuente de resentimiento?
Estados Unidos afirma que "tiene la intención de acoger esta cumbre con humildad". "No nos vemos como una democracia con todas las respuestas, sino con apertura y transparencia sobre nuestros esfuerzos; para superar los desafíos en casa mientras trabajamos con socios para apoyar la democracia y los derechos humanos en el exterior", afirma el funcionario gubernamental.
Al excluirles "cabe esperar que los tres gobiernos se vuelvan más desafiantes que nunca frente a Estados Unidos; y cooperen menos en manejar las presiones migratorias", opina Shifter.
Eso sin contar con que probablemente albergarán "resentimiento", que hará que "se resistan aún más a llevar a cabo; reformas políticas y aumente su interés, ya bastante alto, en fortalecer alianzas con China y otros actores".
La lucha contra la corrupción es un requisito de Biden para formar parte del cónclave; algo así como la llave maestra con la que se solucionarían buena parte de los problemas.