La pandemia del Covid-19 es un tema que continúa en la palestra a un poco más de tres años de haberse propagado a nivel mundial y ocasionado una cuarentena de meses.
El Político
En Estados Unidos volvió una alerta por el aumento considerable de casos en algunos estados. Las autoridades como los Centros de Control para Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han advertido el regreso del uso del tapabocas en las ciudades donde hayan al menos 15 casos por cada 100.000 habitantes.
Pero, en esta oportunidad no es específicamente el repunte de los casos el centro de la información, sino el candidato presidencial del partido republicano, Robert F. Kennedy Jr, quien no abandona sus teorías conspirativas sobre la pandemia y resalta el ejemplo perfecto de la combinación de correlación con causalidad.
Él es la encarnación de todos en Internet que piensan que han demostrado que la conspiración es real al citar información de sitios web que avivan las teorías pero sin pruebas. La persistente negativa de Kennedy Jr. a abandonar el argumento de que si hay ciertos grupos raciales afectados de manera desproporcionada por el COVID-19, significa que el virus fue creado en un laboratorio que desarrolla “armas biológicas dirigidas étnicamente”, es un excelente ejemplo de esto.
Por supuesto, esos comentarios, en los que también insinuó que las “armas biológicas” estaban diseñadas para proteger a los judíos y a los chinos, fueron ampliamente denunciados como racistas y antisemitas, por lo que tuvo que retroceder mientras aún se aferraba a la teoría de la conspiración sobre la guerra química como su vida y la candidatura dependía de ello (cuando es todo lo contrario). Y ahora, Kennedy Jr. ha vuelto a su narrativa probada y verdadera (pero falsa) de que las vacunas no hicieron mucho para frenar la propagación del virus. Y se apoya en África y Haití para impulsar sus tonterías blancas.
El pasado mes de julio, el candidato presidencial que simplemente no pondrá fin a su aparente campaña para seguir avergonzando al Partido Demócrata, testificó ante el Congreso durante una audiencia sobre la “censura” del gobierno federal a la libertad de expresión de los estadounidenses en las redes sociales.
Kennedy argumentó que los datos de Covid en EE. UU. mostraban que la vacunación generalizada hizo poco para detener la propagación del virus.
"Tenemos el 4,2 por ciento de la población mundial y el 16 por ciento de las muertes por covid en todo el mundo", dijo Kennedy antes de citar tasas de mortalidad más bajas en países empobrecidos como Haití y Nigeria. Pero para esto hay una explicación científica y estadística, y la explicaremos.
¿Por qué no todos murieron en Haití por covid?
A pesar de las laxas medidas para contener la pandemia de coronavirus y un sistema de salud deficiente, Haití registró un total de 234 muertes por el virus desde octubre de 2020 hasta diciembre del mismo año.
La nación caribeña, de un poco más de 11 millones de habitantes, logró cifras increíblemente bajas en comparación con la vecina República Dominicana, que tiene una población similar de 10,6 millones.
El número total de infecciones en Haití fue 16 veces menor en comparación con la República Dominicana, según información suministrada por la Universidad Johns Hopkins, con sede en Estados Unidos.
Es posible que la pandemia haya tenido menos impacto en Haití porque es un país joven. La edad promedio es de 23 años. Las infecciones por COVID-19 tienden a ser menos graves en las personas más jóvenes. También es posible que un número significativo de personas hayan sido infectadas no hayan mostrado síntomas y hayan desarrollado inmunidad. Además, las casas tienden a estar abiertas y con mucha ventilación: el flujo de aire puede eliminar al patógeno, aseguró la doctora Jacqueline Gautier, quien firmó parte del grupo asesor técnico nacional sobre vacunación COVID-19 para el medio NPR.
Lunick Santiague, cirujano traumatólogo y director del centro de tratamiento de coronavirus en la zona Delmas 2, aseguró que la violencia, la anarquía y la inestabilidad que se ha ido intensificando en Haití es probablemente una de las razones que explica por qué no hay muchos casos de COVID-19 en el país.
“El problema de la inseguridad forzó a la diáspora y a los turistas a no regresar a Haití para las celebraciones de fin de año de 2019. A principios de 2020, la inseguridad y la situación destructiva del país obligaron al gobierno a cancelar las festividades de carnaval de febrero de 2020. De ahí, la ausencia de extranjeros y el turismo. Por lo tanto, es posible que Haití no haya registrado muchos casos positivos y muertes, aunque también se sabe que faltan cifras exactas en términos de prevalencia de la pandemia en Haití, ya que a la población no se le han hecho pruebas, de manera masiva”, indicó Santiague al Centro de Periodismo Investigativo y AyiboPost.
La realidad es que se desconoce el número de muertos y el nivel de contagio y no pueden estimarse, ya que no existen estadísticas completas de mortalidad y el número de pruebas es bajo, a penas solo el 1 % de la población estaría vacunada.
Sea por factores sociales y económicos, o por falta de datos y estadísticas para determinar el verdadero alcance del Covid-19 en Haití, el país caribeño es un caso que no pasa desapercibido y menos para las conspiraciones.
En este sentido, John F. Kennedy Jr. se ha enfocado en omitir cualquier factor estudiado sobre este tema y ha respaldado conclusiones descabelladas que bajo el concepto de "información censurada" ha sido apoyada por parte de la población.