Desde el inicio de la pandemia por allá en 2019 en Wuhan y por un tiempo más, el mundo tendrá que vivir entorno a una realidad: el coronavirus. Sin embargo, precisamente en China no registran las muertes por COVID-19 y aquí te contamos el por qué.
El Político
En China, nación asiática, es la cuna de la pandemia del COVID-19 y aún existen fuertes restricciones para la eliminación del mismo.
El trauma inicial, la propagación, las medidas agresivas del mundo, los primeros candidatos vacunales, las primeras vacunas, son épocas que el planeta ha transitado ya.
Hoy se está en una etapa en la que se vive un levantamiento progresivo de las restricciones, menos en algunas partes de la Tierra.
China fue el primer país en imponer restricciones para combatir esta pandemia y será uno de los últimos en suavizarlas, reportó la BBC.
Cuando hablas con los chinos de a pie compruebas que a muchos no parece importarles las continuas y estrictas medidas anti-covid, siempre que se mantengan a salvo.
Le pregunté a una mujer si China debería abrirse más rápido y me dijo que sería mejor esperar hasta que la pandemia se resuelva adecuadamente "porque la seguridad es lo primero".
Hasta hace poco, otros países como Australia, Nueva Zelanda y Singapur también reaccionaban a cada brote del coronavirus como algo que había que erradicar por completo en la comunidad, ordenando el cierre de ciudades enteras hasta que el virus dejara de propagarse.
El objetivo era llegar a cero transmisiones locales.
No obstante, dos cosas cambiaron este enfoque: una fue la aparición de la variante Delta, mucho más difícil de controlar; y, la segunda y más importante, fue alcanzar altos niveles de vacunación.
Las altas tasas de vacunación significan que la gente puede seguir contrayendo la covid-19, pero sin tener que ir al hospital.
Como resultado, las fronteras de otros países se están abriendo a los viajes internacionales, mientras que en el gigante asiático los visados para extranjeros siguen siendo difíciles de conseguir y a los chinos todavía no se les renueva el pasaporte una vez caducado.
En otros lugares, la gente también "vive con el virus". En China no, pues el país está concentrado en eliminar otro brote de Delta con el mismo celo que antes de la vacuna.
Si las cifras oficiales son exactas, se han registrado más de 1.000 transmisiones localesdesde octubre.
Y aunque el número no es tan alto, la propagación es significativa y se extiende a 21 provincias. Esto es importante porque incluso un par de casos en China desencadenarán las mismas medidas estrictas que cientos o miles de nuevas infecciones.
Ni una sola infección es aceptable
Las autoridades de China no han mostrado ninguna intención de cambiar ese enfoque con respecto al COVID-19, a pesar de que algunos científicos chinos instan a un replanteamiento del mismo.
Uno de ellos fue el profesor Guan Yi, virólogo de la Universidad de Hong Kong y asesor del gobierno, quien pidió que se pase de las pruebas masivas de ácido nucleico (que detectan las infecciones) a las pruebas masivas de anticuerpos (que podrían ayudar a los científicos a comprender la eficacia de las vacunas).
En una entrevista concedida a Phoenix TV, el científico afirmó que, a largo plazo, no hay ninguna posibilidad de que la estrategia de "cero covid" funcione en términos de lograr una eliminación completa.
"El virus es permanente ahora", dijo. "Es lo mismo que la gripe, que circulará entre los humanos durante mucho tiempo".