Durante meses, el presidente Joe Biden ha parecido deleitarse provocando a su antecesor y mayor rival electoral, Donald J. Trump, y a sus aliados republicanos.
Esta semana, Biden destacó con descaro un vídeo en el que la representante Marjorie Taylor Greene (muy cercana a Trump) repasa burlonamente los logros de su primer mandato y lo compara -no positivamente- con Franklin Delano Roosevelt. "Apruebo este mensaje", comentó el presidente en el vídeo, que fue visto más de 43 millones de veces en 24 horas.
Y su campaña cuestionó Trump por no visitar Wisconsin durante su actual candidatura presidencial, acusándolo de “no cumplir con su prometido auge manufacturero estadounidense”.
Pero cuando se trata del tema que domina la carrera presidencial esta semana, Biden y sus principales aliados están tratando los problemas legales de Trump como Voldemort – evitando, a toda costa, cualquier mención de las acusaciones que no deben ser nombradas.
La Casa Blanca y la campaña de Biden no han enviado instrucciones explícitas a sus simpatizantes diciéndoles que se mantengan alejados de los problemas legales de Trump, pero muchos de los que están en el equipo de Biden han recibido el mensaje alto y claro: No hables de las acusaciones de Trump.
Biden ha dicho que no hará comentarios sobre las investigaciones y acusaciones contra Trump. El presidente quiere evitar que lo vean como la mano oculta detrás de los procesos
La campaña de Biden y el Comité Nacional Demócrata se han negado repetidamente a comentar o responder preguntas sobre las acusaciones de Trump. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha esquivado numerosas preguntas sobre las tribulaciones legales de Trump en las últimas semanas.
“Simplemente no voy a responder a ninguna hipótesis que esté actualmente, ya sabes, en el mundo”, dijo Jean-Pierre el martes después de que Trump revelara que había recibido una supuesta carta de objetivos de los investigadores federales, una señal de que pronto podría ser acusado en la investigación de los eventos que culminaron en el motín del Capitolio. “Simplemente no voy a comentar desde aquí”.
Con información de The New York Times.