Europa se enfrenta a una crisis energética sin precedentes. Y sus consecuencias ya se han hecho notar en diferentes partes del continente.
Algunos gobiernos han tenido que recurrir a apagones y paros en algunas fábricas.
El Político
Ahora más que nunca, las naciones dependen cada vez más del gas natural para calentar hogares y alimentar industrias.
Esto es en medio de los esfuerzos para abandonar el carbón y aumentar el uso de energías limpias.
Pero uno de los problemas es que actualmente no hay suficiente y al estar hambrientos de gas, los productores ya vuelven a recurrir a lo que prometieron dejar, el carbón.
En plena crisis energética, Europa se echa en manos de aquello que prometió abandonar: el carbón https://t.co/hyq47takIP pic.twitter.com/J3ansu1ZAd
— xataka (@xataka) September 30, 2021
Esta es una de las crisis a las que se enfrenta luego de un largo y frío invierno que acabó con las reservas de gas.
Para reponerlas el proceso no ha sido fácil, ya que debido a los suministros limitados de Rusia y Noruega obligaron a Europa a luchar por los cargamentos de gas natural licuado en el mercado.
Asimismo, sucede con el resto de los problemas energéticos en el resto del continente, el viento poco intenso ha encaminado a las empresas de servicios públicos a recurrir a los combustibles fósiles.
Estos combustibles son más sucios para cubrir ese déficit, informó el portal Xataka.
El último recurso
Por su parte Bloomberg relata que, enviar carbón el próximo mes se cotiza a 185 euros la tonelada.
Este precio es el más alto desde 2008, según la plataforma globalCOAL.
Por su parte, Amsterdam-Rotterdam-Amberes, están esperando un envío de 50.000 toneladas métricas.
De igual forma, varias empresas de servicios públicos han consultado el mercado durante la semana para asegurar suministros antes del invierno.
“Estamos observando cierta tensión en el mercado del carbón”, explicaba Marco Saalfrank, jefe de comercio de Axpo Solutions AG.
Las ganancias de las centrales eléctricas de carbón se han "vuelto positivas, aumentando la producción".
Alza de precio
Ahora bien, es importante resaltar que los precios de la energía también se están disparando.
Sobre todo ahora, cuando Europa quiere impulsar un acuerdo climático ambicioso en la próxima reunión de líderes mundiales en Escocia.
De igual manera, el carbón europeo que está listo para su entrega el próximo año subió a su nivel más alto desde 2008.
Esto se debe a la fuerte demanda de las centrales eléctricas y las escasas existencias.
No son solo los precios al contado los que suben, si no también los futuros aumentando hasta 4,1%.
Esto se puede deber a la competencia que existe entre los proveedores de energía, por la cantidad limitada de suministro de gas.
Y por eso los precios seguirán subiendo y los costes inevitablemente se transmitirán a los consumidores.
Escasez en todos lados
Pero el carbón no resolverá por completo los problemas energéticos de Europa.
Ya que las exportaciones de la materia prima de Australia, Sudáfrica y Colombia siguen obstaculizadas por la pandemia.
Generando un desafío en la cadena de suministro y agravando el efecto del bajo suministro ruso.
Los suministros de Colombia e Indonesia disminuyeron debido a que los principales productores luchan contra las fuertes lluvias.
Mientras que algunas minas en otros lugares han cerrado por la pandemia.
Esto causó que en los últimos años las inversiones en nuevos proyectos mineros se detuvieran.
También otras de las cosas que influyó en la escasez es que los bancos recortaron los préstamos para las empresas de carbón.
Ahora el suministro de gas y carbón son escasos y las energías renovables no marchan muy bien.
Protagonistas de la crisis
Reino Unido es uno de los países que se ha visto más expuestos a la actual crisis energética debido a su dependencia del gas natural para generar electricidad.
El precio de los futuros de gas se duplicó desde mayo y por eso se estima que optaran por el carbón como último recurso.
Un caso es la empresa de energía Drax hace unos meses anunció que tenían planificado retirar sus generadores de carbón restantes.
Esto luego de 50 años de funcionamiento como parte de los esfuerzos para reducir sus emisiones.
Pero ahora debieron retrasar el cierre hasta septiembre de 2022. Y ahora su nuevo plan es convertir los generadores a biomasa en su lugar.
Esa planta de carbón podría convertirse en la salvadora y llenar parte del vacío.
Ahora, queda por ver cómo las empresas europeas equilibrarán el aumento de las emisiones de carbono y el sentimiento de los consumidores con la energía procedente de fuentes menos intensivas en carbono.