La decisión del Gobierno mexicano de frenar un nuevo aumento a los precios de las gasolinas después del rechazo social que generó la subida de enero fue recibida como un "avance" por organizaciones sociales y partidos políticos.
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La Coordinadora Nacional Plan de Ayala, organización campesina, aseguró en un comunicado que la suspensión del aumento a las gasolinas anunciado por la Secretaría de Hacienda tiene como objetivo "ganar tiempo y bajar la presión social".
La organización aseguró que el Gobierno adoptó la decisión después de la resistencia que mostraron diversos sectores de la población, que a principios de año hicieron manifestaciones al tiempo que en algunas ciudades se registraron saqueos y actos vandálicos.
La Coordinadora dijo que aplazar las alzas es un "pequeño avance" en sus esfuerzos por echar atrás el llamado "gasolinazo".
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El oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) dijo que la decisión de no aumentar los precios ha sido una respuesta "a una demanda impulsada" por esa fuerza política que aliviará el bolsillo de los mexicanos.
"Esta medida impactará favorablemente la economía de las familias mexicanas. Sin duda, es resultado del llamado que hizo PRI, junto con otras voces, que pidieron evitar este ajuste", manifestó el presidente del partido, Enrique Ochoa Reza.
Con información de EFE