Una unidad de elite de la Policía Nacional del Perú (PNP) destruyó cuatro pozas de maceración de hojas de coca con una capacidad para procesar en conjunto 13,8 toneladas de esa materia prima con la que se elabora la cocaína, informó el Ministerio del Interior en un comunicado.
Cada poza de maceración estaba acondicionada para procesar unas 300 arrobas de hojas de coca, equivalente a 3.450 kilos de ese producto.
La operación policial se realizó en el área conocida como el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantara (VRAEM), una extensa y agreste zona de selva montañosa bajo control militar por albergar casi la mitad de los cultivos de hoja de coca de Perú y servir de escondite para los remanentes de Sendero Luminoso.
Las pozas se encontraban cerca del caserío Nueva Victoria, que se ubica en las alturas del municipio de Santa Rosa, dentro de la región de Ayacucho.
Los agentes antidrogas también encontraron en el lugar 2,1 toneladas de productos químicos prohibidos en la zona, como gasolina, ácido fórmico, cemento e hidróxido de calcio, utilizados para elaborar el alcaloide de cocaína, y procedió a quemarlos ante la imposibilidad de incautarlos debido a su gran volumen.
Los narcotraficantes vertían a diario los desechos químicos en el río Santa Rosa, lo que contaminaba este afluente del río Apurímac, según la información policial.
La operación fue planificada en conjunto por la División Antidrogas VRAEM Ayacucho y el Comando Unificado de la Policía (CUP) del VRAEM, y fue ejecutada por 32 miembros del Grupo de Operaciones Antidrogas Tácticas en Jungla (GOATJ), una unidad de elite de la PNP especializada en combates sobre terrenos difíciles.
El VRAEM albergaba 18.333 hectáreas de las 40.300 hectáreas de cultivos de hoja de coca que tenía Perú a fines de 2015, según el informe más reciente de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC).
Con información de EFE