Una operación policial especial se llevó a cabo en Tilburg, al sur de Holanda, para detener lo que parecía una "amenaza" contra el conductor de un autobús y sus pasajeros: un chico negado a dejar de comer un sándwich en la unidad de trasporte.
Un grupo de seguridad de 13 policías abordó la unidad tras la llamada del conductor del autobús al asegurar que se sentía "inseguro" por la reacción del jóven de 25 años que comía su sándwich en el transporte, saltándose las normas del servicio público. Toda la "maniobra de seguridad" fue grabada por varios de los pasajeros que se encontraban en la unidad, es por ello que ahora el video ha circulado por las redes sociales y por varios medios de comunicación donde abundan las críticas sobre la actuación de la policía.
Uno de los pasajeros del autobús, Yoni Klarenbeek, que publicó una de las grabaciones, aseguró que todo fue una exageración. "El chico no quería guardarse el sándwich cuando el conductor del autobús se lo pidió. Pero no estaba haciendo otra cosa peligrosa, no había insultos ni amenazas", aseguró.
Los hechos
Ante la negativa del infractor por la llamada de atención, el conductor paró el autobús y se negó a seguir la ruta hasta que el hombre del sándwich dejara de comer en su vehículo. Esto provocó un revuelo por parte de los demás pasajeros, y tras 25 minutos detenido, el conductor llamó a la policía y puso en marcha el autobús. A partir de ese instante se desarrolló un show único con un simple bocadillo como protagonista.
En la siguiente parada, dos agentes de la policía subieron al autobús e intentaron reducir al joven, que opuso resistencia. Otros 11 policías entraron en escena para detener por la fuerza al chico. "Es ridículo que la policía haya actuado de esa manera, era totalmente innecesario", comentó el pasajero.
En un comunicado, la policía se justificó y explicó que el hombre fue arrestado "por negarse a seguir las órdenes policiales" y que "se resistió" al arresto, lo que hizo necesaria la ayuda de otros de sus compañeros.
En cuestiones de segundos, 13 policías se acercaron al lugar y bloquearon el acceso a la zona para poder esposar entre todos al joven del sándwich. Una vez reducido, lo trasladaron a la comisaría, donde fue interrogado y puesto en libertad horas más tarde. Según la policía, hay un acuerdo con las empresas de autobuses para actuar "con rapidez y eficacia" ante situaciones de violencia contra las personas que realizan tareas públicas.
Sin embargo, el video sigue siendo reproducido por los medios de comunicación holandeses y llueven los debates y las críticas sobre si en momentos de "inseguridad generalizada" se justifican este tipo de reacciones exageradas. Y es que el pasado jueves, el sospechoso de terrorismo Elias Adachour, de 24 años, se fugó de manos de la policía holandesa, que le había trasladado al hospital para recibir un tratamiento.
Adachour estaba en detención por ser el supuesto autor de dos tiroteos en Rotterdam el pasado mes de diciembre. La policía antiterrorista, que ha pedido colaboración ciudadana para localizarle, pide tener cuidado porque el sospechoso está armado y es peligroso.
Con información de El Mundo