La policía española anunció este miércoles haber confiscado media tonelada de cocaína escondida en ladrillos refractarios para chimeneas o barbacoas (parrilleros), en una operación que culminó con 25 detenidos, entre ellos el cabecilla de la banda, quien residía entre España, Colombia y México.
Redacción El Político
La organización desmantelada recibía la droga por vía marítima y la distribuía en la Península ibérica mediante vehículos provistos de doble fondo, indicó la Policía Nacional en un comunicado, reseña AFP.
Tras una investigación de dos años, los agentes intervinieron a finales de marzo con la detención de "varios vehículos" y el posterior hallazgo en un depósito en Madrid de "numerosos bloques de material de construcción, ladrillos refractarios específicos para su uso en chimeneas y barbacoas, que la organización había utilizado para ocultar el estupefaciente", según el texto.
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"Los policías tuvieron que romper miles de piezas hasta dar con aquellas que eran huecas y que habían sido utilizadas para el transporte" de la droga, explicó la policía.
En total, 512 kilos de droga fueron confiscados, de ellos 450 escondidos en los ladrillos, informó a la AFP un portavoz de la policía de Madrid.
De las 25 personas detenidas, 15 fueron encarceladas, precisó la policía, que realizó registros en 28 viviendas en todo el país, 18 de ellas en Valencia (este) y en Madrid.
"El cabecilla de la organización residía entre México, Colombia y nuestro país, existiendo en España una persona.