El pasado 25 de octubre, el Gobierno de Alemania presentó una iniciativa que pretende endurecer las normas del país con respecto a la inmigración ilegal.
El Político
A través de Nancy Faeser, ministra de Interior, el Ejecutivo del canciller Olaf Scholz hizo público un proyecto que autoriza la deportación a gran escala.
Los expulsados serían migrantes irregulares que ingresaron al país de manera informal y que, por tanto, no tienen derecho a permanecer en suelo germano.
De ser aprobada por el Parlamento, la norma daría prioridad a la deportación de personas que poseen un pasado criminal.
Desde el Ejecutivo han precisado que el proyecto prevé ampliar de 10 a 28 días el periodo de detención de los indocumentados.
Ese tiempo sería más que suficiente para estudiar los antecedentes del individuo y, de ser necesario, planificar su repatriación.
Con la nueva norma, la policía podrá efectuar redadas sin la necesidad de una orden previa.
En tal sentido, los efectivos alemanes podrán dar caza a las personas que ingresaron ilegalmente, sin la acostumbrada notificación de rigor.
El Gobierno ha presentado la propuesta legal como un paso firme en la lucha contra la entrada, a Alemania, de personas no autorizadas.
Un encuadre mediático
Luego de presentar su iniciativa, la actual coalición que gobierna en Alemania se ha vendido como un bloque que combatirá, de forma decidida, la inmigración ilegal.
Una revisión exhaustiva del proyecto de ley revela, sin embargo, que la versión del Ejecutivo no es más que una treta propagandística.
Según la propuesta, el Ministerio de Interior aumentará la tasa de deportaciones actuales en apenas 5%.
Lo anterior, llevado a número más concretos, implica que las autoridades alemanas sólo incrementarán el número total de expulsiones en 600 personas.
Tal realidad fue confirmada al sitio web FOCUS Online por voceros del Sindicato Alemán de Policía.
Desde ese gremio apuntaron que sacar de suelo alemán a las 50.000 personas que estarían obligadas a abandonar el país tomaría unos 80 años.
Desde ese gremio apuntaron que “cualquier niño que sepa aritmética básica reconoce el engaño del Gobierno”.
Los representantes sindicales agregaron que el “canciller Scholz intenta vender estos planes (la propuesta de ley) como un giro del asilo, con palabras concisas”.
Más independencia
En medio de sus declaraciones a FOCUS Online, el Sindicato Alemán de Policía demandó mayores libertades para proceder con las deportaciones.
Según explicaron los dirigentes gremiales, la Policía Federal alemana tiene las herramientas requeridas para determinar si un ilegal debe o no debe ser devuelto.
El cuerpo de seguridad está en la capacidad de trazar la ruta que ha seguido el migrante, averiguar sus antecedentes penales y saber si representa o no un riesgo para la seguridad.
Por esas razones, desde el Sindicato exigen que el Ministerio de Interior permita a la Policía tener sus propias competencias para efectuar repatriaciones.
La demanda de los representantes gremiales incluye la creación de centros de deportación que estén bajo el control exclusivo de la Policía Federal.