Durante las décadas del conflicto de Colombia con grupos rebeldes violentos, la policía nacional luchó a menudo en primera línea, con tanques y helicópteros para combatir guerrilleros y destruir laboratorios de drogas.
El Político
Fue una fuerza hecha para la guerra, una que ahora ha encontrado un nuevo frente, en las calles de las ciudades colombianas, donde la policía ha sido acusada de tratar a los manifestantes civiles como enemigos del campo de batalla.
Las manifestaciones que empezaron hace dos semanas como un paro nacional debido a la molestia por una propuesta de reforma tributaria relacionada con la pandemia ahora se han transformado en un grito colectivo de indignación por las acciones de la policía nacional del país, reportó The New York Times.
Policía colombiana violenta
El presidente de Colombia, Iván Duque, reconoció en una entrevista el miércoles que algunos agentes habían sido violentos, pero dijo que no veía que el problema fuera sistémico.
“Ha habido actos de abuso de fuerza”, dijo. Pero “solo decir que podría haber alguna posibilidad de que la policía colombiana sea vista como un abusador sistemático de los derechos humanos, bueno, eso no solo será desleal, injusto, sino que no tendrá ningún fundamento”.
Sin embargo, los críticos afirman que la violencia y la creciente cifra de muertos son señales de que es urgente una reforma policial.
Y el llamado para llevar la policía al frente ha removido a un país agotado con la guerra y las atrocidades causadas por paramilitares, guerrilleros y las fuerzas de seguridad.
Varios muertos
Al menos 42 personas han muerto, entre ellos un oficial de policía dijo el gobierno el martes. Human Rights Watch y otras organizaciones dijeron que la cifra es posiblemente más alta.
“Es una policía muy buena para la guerra”, dijo Óscar Naranjo, un ex jefe de policía; que ha impulsado una transformación al interior del cuerpo.
Pero después de que el país llegó a un acuerdo con su mayor grupo rebelde —las FARC o Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia— la sociedad cambió, dijo.
El acuerdo, firmado en 2016, abrió un nuevo espacio para el diálogo político y la protesta y, al mismo tiempo, dio lugar a una generación; que creyó que sería la primera en décadas en vivir en paz. Sin embargo, dijo Naranjo, la policía aún no se ha ajustado a este nuevo marco.
Policía de Colombia depende del ministerio de Defensa
La fuerza de policía de Colombia es una de las pocas —si no es que la única– en América que depende del ministerio de Defensa; junto con el ejército, un cambio que se dio en los años 50 después de un sangriento conflicto civil en el que partidos políticos rivales usaron a la policía para atacarse mutuamente.
En aquel momento, el gobierno buscaba profesionalizar y despolitizar la labor policial al consolidar un sistema fragmentado bajo una fuerza nacional; dijo Juan Carlos Ruíz, profesor y experto de seguridad de la Universidad del Rosario de Colombia.
Para inicios de este siglo, la policía se había convertido en un actor crucial en la estrategia de contrainsurgencia dirigida a erradicar a las FARC; en la que el ejército expulsaba a los rebeldes del territorio y la policía resguardaba ese terreno.