La Policía Federal desarticuló un grupo vinculado a la considerada mayor organización criminal de Brasil y que planeaba matar guardias penitenciarios que actúan en prisiones federales como "venganza" por la "opresión" que sufren algunos de sus miembros encarcelados, informaron fuentes policiales.
El grupo fue desmontado mediante una operación bautizada como "Fuerza y Unión" y en la que 30 agentes federales cumplieron cuatro mandatos de búsqueda y aprehensión en Río de Janeiro y otros cuatro en Sao Paulo, además de cinco órdenes de detención preventiva, cuatro en Sao Paulo y una en Mossoró (estado de Río Grande do Norte, nordeste del país), según la Policía Federal.
El grupo desarticulado tiene vínculos con el Primer Comando de la Capital (PCC), la considerada mayor organización criminal de Brasil y que habría ordenado matar a dos agentes de cada prisión federal del país como venganza por la rígida disciplina a que son sometidos los miembros de esa banda en las prisiones.
En las cuatro cárceles federales de Brasil el régimen disciplinario es mucho más rígido que en el resto de prisiones: los internos pasan 22 horas diariamente dentro de su celda, reciben menos visitas y hay una mayor vigilancia y control.