Este jueves una mujer en Uruguay planeaba realizarse un aborto. Quedó embarazada tras una relación de seis meses, que ya acabó.
Redacción El Político
La mujer -cuya identidad se mantiene en el anonimato- siguió los requisitos que dicta la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, una norma que Uruguay aprobó en 2012 y que permite a las mujeres abortar legalmente durante las primeras 12 semanas de gestación, reseñó BBC.
Fue a un centro médico y pidió realizarse el procedimiento. Llevaba 10 semanas embarazada.
Sin embargo, este no pudo realizarse. Un fallo inédito se lo prohibió. El dictamen fue emitido a pedido del progenitor del bebé por nacer, quien al enterarse de lo que iba a hacer su expareja presentó un recurso de amparo contra el procedimiento.
Según consta en el texto judicial, el hombre afirmó haber “intentado de todas las formas posibles hacer reflexionar a la demandada para que depusiera su actitud, lo cual resultó infructuoso”.
Por eso activó “los mecanismos legales tendientes a la protección de la vida del hijo en común".
Fue al juzgado en la ciudad de Mercedes, departamento de Soriano (en el sudoeste de Uruguay), y señaló que si bien ya no estaba en pareja, estaba dispuesto a hacerse cargo de su hijo solo y que tiene los medios económicos para hacerlo.
Su abogado también presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la ley de aborto.
La jueza Pura Concepción Book Silva accedió al pedido y ordenó que se frenara el procedimiento.
No fue porque consideró que el hombre tuviera derecho a decidir sobre el aborto, algo no contemplado en la ley.
Fue por algo más técnico: consideró que no se había cumplido con el artículo 3 de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
Este exige que en la historia clínica de la paciente se registren “las circunstancias derivadas de las condiciones en las que ha sobrevenido la concepción, situaciones de penuria económica, sociales o familiares o etarias que a su criterio le impidan continuar con el embarazo en curso”.