La invasión rusa a Ucrania conlleva además de los muertos, heridos, sanciones económicas y demás problemas, la aplicación de un estricto régimen de censura impuesto desde el Kremlin.
Mario Beroes/El Político
El régimen ruso ha silenciado a los medios de comunicación independientes y prohibido las plataformas de redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram.
Sin embargo, Telegram, creado por dos hermanos rusos, se ha convertido en el canal más importante para acceder a información sin restricciones.
Telegram es una plataforma de mensajería y VOIP, desarrollada por los hermanos Nikolái y Pável Dúrov.
La aplicación está enfocada en la mensajería instantánea, el envío de varios archivos y la comunicación en masa
Telegram: Informar a pesar de la guerra
Desde el inicio de la invasión rusa, Telegram ha sido la app más descargada en Rusia, con alrededor de 4,4 millones de descargas, según Sensor Tower, una empresa que analiza datos.
“Telegram es el único lugar de Rusia donde la gente puede intercambiar opiniones e información libremente, a pesar de que el Kremlin se ha esforzado por infiltrar los canales de Telegram”, dijo Ilya Shepelin al New York Times.
Shepelin solía cubrir las noticias para el canal de televisión independiente Rain, hoy cerrado. Ahora escribe un blog que critica la guerra.
Luego del cierre de la estación radiofónica independiente Eco de Moscú, su editora jefa adjunta, Tatiana Felgengauer, dijo que su audiencia en Telegram se ha duplicado.
Y luego de que las autoridades rusas bloquearon el acceso al popular sitio de noticias ruso Meduza a principios de marzo, sus suscripciones en Telegram se duplicaron y alcanzaron casi 1,2 millones.
“Aquí consigo las noticias”, dijo Dmitri Ivanov, que estudia ciencia computacional en una universidad de Moscú. Dijo que se apoya en Telegram para ver “los mismos medios de comunicación en los que confío y aquellos cuyos sitios leía antes”.
Telegram tiene su lado oscuro
Pero la libertad que ha permitido el libre intercambio de noticias y opiniones también ha hecho que Telegram se convierta en refugio de desinformación, propaganda de ultraderecha y discursos de odio.
Los propagandistas cuentan con sus propios canales populares.
El caso de Vladimir Solovyov, presentador de un programa de televisión en horario estelar que todos los días de semana presenta fuertes críticas a Ucrania, cuenta con un millón de suscriptores.
Abundan los canales a favor de la guerra de Rusia, muchos de los cuales están operados por usuarios no identificados.
Crítico de Putin
Los medios estatales, como Tass y RIA News, también difunden su información por Telegram.
Telegram también ha abierto la puerta a quienes critican al presidente Vladimir Putin desde la derecha, los partidarios de línea dura que exhortan al Kremlin a actuar más.
Yuri Podolyaka, un analista militar que suele repetir la línea del gobierno cuando aparece en el popular canal que opera el Estado, Channel One, tiene un enfoque marcadamente distinto en los videos que publica en Telegram.
¿Por qué el Kremlin sencillamente no prohíbe Telegram, como ha hecho con tantas otras fuentes independientes de noticias?
Ya lo hizo, o lo intentó, en 2018, luego de que la empresa desafió las órdenes gubernamentales de permitir que los servicios rusos de seguridad accedieran a los datos de sus usuarios.
En vez de bloquear Telegram, el Kremlin intenta controlar la narrativa ahí, no solo a través de sus propios canales sino también pagando las publicaciones, dijo Shepelin.
La cantidad de suscriptores a los canales oficiales o de línea dura hace palidecer a la audiencia de opositores.
¿Es o no seguro Telegram?
Pavel Chikov, jefe del grupo de derechos humanos Agora Human Rights Group, que ha representado a Telegram en Rusia como abogado, dijo que la empresa tal vez haya mantenido su operación en Rusia hasta este momento porque a las autoridades del país les resulta útil difundir la idea de que tienen ciertos vínculos con Telegram y su fundador, Pavel V. Durov, “sea o no cierto”.
Chikov dice que no cree que Telegram brinda información sensible sobre las comunicaciones al gobierno ruso ni a otros porque, si lo hiciera, dijo, “la gente de todo el mundo dejaría de usarlo”.
Pero los expertos en seguridad han advertido, con alarma, la exposición que podrían tener los usuarios de Telegram.
Los mensajes, videos, notas de voz y fotos que se intercambian en la aplicación no están encriptados de extremo a extremo por defecto y se almacenan en los servidores de la empresa.
Esos los vuelve vulnerables a la piratería electrónica, a que los requiera el gobierno o que un empleado disidente los revise, dijo Matthew D. Green, experto en tecnologías de privacidad y profesor asociado en la Universidad de Johns Hopkins.
“Un servicio así es increíblemente jugoso como blanco de las agencias de inteligencia, tanto las agencias rusas como otras.”
Telegram ha dicho que los datos que están almacenados en sus servidores están encriptados.
Su principal prioridad es la protección de la privacidad de los usuarios.
El enfoque de Telegram hace que la comunicación a través de la app sea menos segura en comparación con otros servicios de mensajería como Signal.
Kevin Rothrock, editor adjunto de la versión en inglés de Meduza, dijo que le preocupaba lo fácil que era para alguien con malas intenciones conocer información privada a través de Telegram.
“Puedes ver quién está comentando, quién está en los chats grupales, los números telefónicos de las personas”, dijo. “Hay una rica base de datos”.
Dos hermanos rusos
Telegram es operada por Durov, un exiliado ruso que la fundó junto con su hermano, Nikolai, en 2013 y ahora funciona desde Dubái.
Los hermanos habían creado uno de los sitios más populares de redes sociales en Rusia, pero Pavel vendió su parte en 2013 y huyó del país luego de rehusarse a darle al gobierno los datos privados de los manifestantes anti-Rusia en Ucrania.
No está claro si es que Nikolai también vendió su participación ni dónde vive.