Tecnología que se utilizaba en la década de los 70 y 80 y maquilando etilleno para convertirlo en polietileno. Así funciona la industria petroquímica nacional, gracias al descuido y corrupción del régimen que encabeza Nicolás Maduro.
Mario A. Beroes Ríos/El Político
Una investigación de El Político comprobó a través de fuentes con conocimientos del sector y del tema petroquímico, no sólo el abandono de las plantas venezolanas, sino del desconocimiento de los iraníes contratados para volver a poner en funcionamiento dicho sector energético.
Desde 2012 y antes, el complejo petroquímico El Tablazo estaba fallando en sus operaciones, ya sea por cortes en el servicio eléctrico, servicio de agua potable, insumos, repuestos, etc.
A finales de 2017, olefinas dejó de operar completamente, y desde ese momento, es cuando comienza la maquila.
Siempre hubo un arancel del 15% para importar resinas hechas en el país. Dicho arancel tiene ahora una excepción, no se paga, aún así hay un 7% inherente a la nacionalización.
A partir de 2018 hubo que importar lo que por más de 20 años se produjo con muy alto valor agregado nacional debido a la falta de mantenimiento requerido. Esto obligó al abastecimiento por importaciones
"En Pequiven se maquila"
Estas fuentes confirmaron que los pasos fundamentales como el establecer cómo es la cadena, donde lo primero es la extracción de gas etano y propano no se ejecutan. "Esto sucede porque no funciona la planta de craqueo o cracking ni la de olefinas, para hacer el doble enlace requerido".
Se supone que de estas plantas debe salir etileno y propileno, "pero de las cinco (5) plantas de resinas plásticas, solo una está operando o maquilando, la de PEAD, ya que traen etileno y lo convierten en polietileno. Una parte de esa producción cancela el costo del gas etileno y el resto es vendido en el país".
Existe una planta de PEBD, de 1978. Funciona con tecnología de alta presión (+ 1.000 atmósferas), lo que evidentemente es demasiada presión y conlleva un riesgo excesivo, ya que en 20 años no se le ha hecho el mantenimiento respectivo.
Nuestras fuentes confirmaron que en el 2019, un tanque de propileno se hinchó; falló la refrigeración y aumentó la presión. Ese gas propileno debió ser bombeado para la planta de Propilven, ya que el propileno no debió estar en dicho tanque.
También pasó antes con un tanque de 1 octeno ( olefina importada) en la planta lineal o PELBD de 1991.
Conozca quienes se beneficiaron con el deterioro de la Petroquímica
Después del paro petrolero y el despido de miles de trabajadores calificados, entre 2004 y 2006, el ex presidente Chávez Frías presentó un plan de inversión de 10 plantas de resinas de plásticos. Por supuesto ninguna se construyó y el dinero nunca se supo en qué se utilizó.
Tanto en el período de Chávez Frías como con su sucesor Maduro Moros, son varias las empresas que se han beneficiado o contribuido al deterioro de nuestro sector petroquímico, aseguran las fuentes.
"Entre los favorecidos están empresas como Tubrica, ubicada en la ciudad de Barquisimeto; que pertenece a Raúl Álvarez, primo hermano del fallecido embajador en Washington, Bernardo Álvarez. Dicha compañía fabrica tuberías y conexiones de PVC.
Fue tal el beneficio obtenido que Tubrica adquiere Derivados Plásticos, fábrica ubicada en la ciudad de Valencia, y también Tubosa, en la ciudad colombiana de Cali.
Otra empresa ubicada en la capital del estado Carabobo, Plásticos de Empaque, de Hugo Dell Oglio, quien ahora vive en Houston, Texas.
Pasó de ser una pequeña fábrica de bolsas y sacos, a una de las más poderosas empresas del sector. Tenía el monopolio del material de empaque para las mismas resinas de plásticos, con lo que se fabrican los sacos para recoger escombros, sacos para la venta de los fertilizantes fabricados por Pequiven.
Sus contactos y fidelidad al régimen chavista hicieron de la empresa el primer consumidor de PELBD y PEBD en el país.
Otro beneficiado dentro de la crisis del sector petroquímico fue el Grupo Marzullo, propiedad de de José Marzullo e hijo, quienes adquirieron lotes de ceras ( subproductos) a precios por debajo del mercado.
También Plásticos Hércules ,fábrica asentada en la zona industrial de Terrinca, Guatire, y propiedad de Alberto Benarroch. Recibía PEAD, cuando en teoría no había producción nacional.
Reducción del 75%
En la actualidad la capacidad de producción nacional se ha reducido en un 75%, según cifras de la AVIPLA.
Desglozando las cifras por planta: PEBD 60 mil toneladas MTM, que son $ 120 millones/año; PP 70MTMA, unos $ 140 millones; PEAD 70 mil MTMA, $ 140 millones, PELBD, 140 MTMA; son $ 280 millones; PVC 150 MTMA, son $ 300 millones.
Eso suma $ 850 millones anual por las cinco plantas de resinas plásticas, bajo un estimado promedio de $ 2/Kg de las resinas.
"El mercado está muy deprimido, y el empresariado maneja con sumo cuidado y detalle la situación, ya que hay que seguir importando resina, y también está la obligación de adquirir compras locales, para no enemistarse con el régimen".