El caos en Chile cancela las cumbres de APEC y COP25
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este miércoles que su país canceló la realización de la cumbre de la APEC y de la COP25 debido a la crisis política que atraviesa la nación sudamericana
El Político
Las masivas manifestaciones y las protestas contra la desigualdad y el Gobierno, que han dejado una veintena de muertos, se llevaron por delante la intensa agenda internacional del Ejecutivo en la recta final del año.
La cumbre de líderes del APEC, un foro integrado por 21 países de la cuenca del Pacífico, había cobrado un especial interés estos últimos días por ser el escenario en el que Estados Unidos y China iban a dar el primer paso hacia una tregua a la guerra comercial.
El presidente estadounidense, Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, tenían previsto firmar en Santiago la primera parte del acuerdo comercial bilateral en el marco de la cumbre del APEC.
Pese al inesperado cambio de planes, el Gobierno estadounidense sostuvo que confía en mantener los plazos y completar el acuerdo parcial a mediados de noviembre.
La Cumbre Climática COP25, por su parte, estaba llamada a convertirse en el mayor evento internacional en la historia de Chile, donde se esperaba la llegada de representantes de alto nivel de 197 países para impulsar políticas activas para cuidar y proteger el planeta.
Otras prioridades
El mundo político chileno y las organizaciones medioambientales reaccionaron a la cancelación de las dos cumbres con valoraciones diversas.
El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, reconoció que eran cumbres muy relevantes pero defendió que el Gobierno optara por dar prioridad a la seguridad de las personas.
“Aquí lo más importante tiene que ver con nuestros ciudadanos, con las personas que nos visitarían, con que las reuniones se puedan desarrollar de buena forma”, apuntó.
Heraldo Muñoz, presidente del opositor Partido por la Democracia (PPD) y excanciller, consideró que es un “golpe” a la política exterior que “evidentemente” afectará la imagen de Chile.
La organización ecologista Greenpeace calificó la cancelación de la COP25 como “un verdadero papelón internacional” e instó al Gobierno de Piñera a mantener sus compromisos en la protección del medioambiente.
El capítulo chileno del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) expresó su comprensión con las razones y el contexto para suspender la cumbre climática pero subrayó que esta circunstancia no debe “bajar la urgencia” de los desafíos ambientales y sociales en Chile.
Mientras el sector turismo, ya golpeado dice que la cancelación de las habitaciones y banquetes resuta un duro golpe para el sector
Un golpe al ego de Piñera
El politólogo chileno Marco Moreno señala que la cancelación de las cumbres APEC y COP son un golpe importante para la imagen del país y, sobre todo, para el ego del presidente. Añade que la salida de Piñera no es la solución, sino un diálogo efectivo entre todos los actores de la crisis
El Comercio de Perú conversó al respecto con el politólogo chileno Marco Moreno, Director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central de Chile, quien señala que la cancelación de las cumbres APEC y COP son un golpe importante para la imagen del país y, sobre todo, para el ego del presidente.
El experto añade que la salida de Piñera no es la solución, sino un diálogo efectivo entre todos los actores de la crisis.
.
-No estaban las condiciones materiales ni tampoco el estado de ánimo en la ciudadanía como para que se realicen estas dos cumbres. Sin duda es un golpe importante para la imagen del país, pero sobre todo para el ego del presidente, y a su propio liderazgo que él había intentado construir sobre todo en los temas medioambientales, expresó el catedrático chileno.
A su juicio, esa imagen de que Chile era el país modelo de América Latina, de que había hecho las cosas bien de acuerdo a los dictámenes de los organismos multilaterales, como el FMI y el Banco Mundial, quedan en entredicho. El propio modelo chileno, asentado en la base del modelo neoliberal de una economía abierta, del consumo y el crecimiento, no es suficiente para llevar bienestar a las personas. Esa es la evidencia más clara de estos días de convulsión en Chile.
Señala Moreno que el gobierno llega tarde en echar para atrás el alza del pasaje del metro, en anunciar una agenda social que no ha tenido el impacto esperado y llega tarde con el cambio de gabinete sobre el que se habían cifrado muchas expectativas.
El gobierno todavía no ha logrado instalar un proyecto de cómo salir de la crisis y esa falta de orden lo hace más complejo. Tanto el gobierno como los otros actores de esta crisis no están articulándose detrás de su objetivo.
Tres direcciones
El vacío de poder puede ser peor a la situación que ahora tenemos. Por ello, creo que hay que trabajar en tres direcciones: Primero, el tema de restablecer la confianza; segundo, la legitimidad de las instituciones hoy por hoy bastante depreciadas; y tercera, el diálogo político. Para eso se requiere que el gobierno entienda que por ahí va la salida, no es solamente ofrecer un conjunto de medidas que solo apuntan al bolsillo. El bolsillo de la gente no es lo único que tiene movilizada a la población, sino es el malestar y rechazo a muchos años de no haberse hecho cargo de los problemas más profundos que tiene la sociedad chilena.
Hay que bajar la presión
El gran desafío del gobierno es tratar de bajar la presión, porque la indignación no es suficiente. Se requiere que la indignación tenga una conducción para que pueda expresarse en un conjunto de medidas que puedan llevar a los cambios que la gente espera. La cólera y la indignación no son productivas porque no van a generar cambios. Los cambios solo van a darse en la medida que haya un diálogo y acuerdo entre los actores para buscar una solución.
De nada ha valido que el presidente Sebastián Piñera suspendiera los precios del Metro , cambiara el gabinete o quitara el estado de sitio: Las protestas siguen incrementándose
Nunca imaginó el presidente de Chile Sebastián Piñera, que al hacer caso a la recomendación de un panel de expertos del Transporte Público, de subir el precio del pasaje del Metro en 30 pesos, llegando a un máximo de 830 pesos (US$1,17 aproximadamente), estaba desatando un verdadero vendaval, que pareciera arrasar con todas las instituciones del país
El pasaje es sólo la punta del iceberg
Los analistas señalan que el alza de la tarifa del metro es apena uno de los problemas que aquejan a los chilenos.
La palabra "desigualdad" se ha apoderado del debate en estos últimos días, con cientos de manifestantes insistiendo en que la brecha social en el país sudamericano es desmedida.
Según reveló la última edición del informe Panorama Social de América Latina elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el 1% más adinerado del país se quedó con el 26,5% de la riqueza en 2017, mientras que el 50% de los hogares de menores ingresos accedió solo al 2,1% de la riqueza neta del país.
Por otra parte, el sueldo mínimo en Chile es de 301.000 pesos (US$423) mientras que, según el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, la mitad de los trabajadores en ese país recibe un sueldo igual o inferior a 400.000 pesos (US$562) al mes.
Con este salario, los manifestantes alegan que un alza en el pasaje del metro es inconcebible.
Reformas estructurales
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, dijo este miércoles que no descarta “ninguna reforma estructural”, incluida la de la Constitución, algo que le reclaman voces de la oposición y de la ciudadanía que se manifiesta en las calles por un sistema más justo.
“Vamos a analizar las reformas estructurales después de escuchar con atención y honestidad a todos los chilenos (…). No descarto ninguna solución, ninguna reforma estructural”, dijo Sebastián Piñera preguntado por la prensa sobre si está dispuesto a emprender un proceso constituyente.
Protestas in crescendo
Si bien las primeras protestas la comenzaron los estudiantes, levantando torniquetes para ingresar a los andenes sin pagar en el metro, pronto la situación fue agravándose en Santiago, con quema de diversas estaciones de metro y buses, saqueo de supermercados y ataques a cientos de instalaciones públicas. Por supuesto era la mecha para que el incendio se extendiera a todo la nación con su saldo de muertos, heridos y detenidos.
Estado de emergencia y toque de queda
Ante ese estado de cosas el Presidente acudió al expediente del estado de emergencia y el toque de queda, pero todo inútil, el rechazo fue más grande que las medidas tomadas.
El presidente Piñera se vio forzado a ceder y anunció el sábado 19 de octubre la suspensión del alza en la tarifa del metro afirmando que había escuchado "con humildad la voz de la gente".
Desigualdad sin fin
Cristóbal Bellolio, académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, asegura a BBC Mundo que "este es ciertamente un problema estructural del sistema socioeconómico chileno. No es un misterio que Chile es un país muy desigual a pesar de que hay mucho menos pobreza que antes".
Y ésta es una verdad que se arrastra desde hace muchísimos años, y ante el que no han dado respuesta ni gobiernos como Salvador Allende, dictaduras como Augusto Pinochet o democracias como Miguel Bachelet
La paz y la situación de la mayoría , urgencia del gobierno
Eso pareció entenderlo Sebastián Piñera, al afirmar que su prioridad en la emergencia generada por la rebelión popular es "recuperar la paz" para luego avanzar con la agenda social con la que el presidente Sebastián Piñera aspira a mejorar la situación de los sectores más pobres de la población.
En segundo lugar, añadió, "la agenda social es la prioridad en el corto plazo; eso es lo que quiere la gente".
Esa es la realidad chilena, al parecer el país más desigual, y mientras no se asimile esa verdad, bien puede utilizar cañones y tanques, pero de nada valdrá ante el clamor de la gente