Surinam es la nueva promesa petrolera suramericana. El país se mueve a contracorriente de las tendencias mundiales y está captando importantes inversiones en el sector de los hidrocarburos.
El Político
América del Sur sigue siendo un imán para atraer las inversiones de las grandes petroleras mundiales. Venezuela no es protagonista de ese fenómeno. Ahora mismo, nadie quiere invertir en PDVSA, la estatal petrolera venezolana destruida por la corrupción chavista.
Eso a pesar que las principales petroleras privadas del mundo redujeron colectivamente casi 70.000 millones de dólares en activos. También recortaron sus presupuestos de exploración en más de un 20%.
Los recortes se produjeron principalmente en Estados Unidos y en otros yacimientos de alto costo. Pero las empresas han seguido en la búsqueda de lugares potencialmente rentables para perforar, especialmente en América del Sur y África.
Por ejemplo, Exxon Mobil, Chevron y otras realizaron inversiones de cientos de millones de dólares en la exploración de gas natural frente a la costa de Egipto, que ha ofrecido generosos incentivos a las petroleras.
Internacionalmente, PDVSA está marcada por una infinidad de casos de corrupción y lavado de dinero. Además, ahora el ministro de Petróleo de Venezuela, es un narcotraficante solicitado por EEUU.
La receta de Surinam
Para las compañías petroleras, explorar en lugares de bajo costo como Surinam es esencial. Inversiones en estos países garantizan rentabilidad. Especialmente cuando se estima que la demanda de petróleo alcanzará su punto máximo en unos 20 años.
En ese tiempo los países adoptan las energías renovables y los carros y camiones eléctricos.
¿Cómo consigue Surinam atraer a las grandes compañías petroleras ?
Un factor son las bajas regalías. El país ha acordado aceptar regalías equivalentes al 6,25% de los ingresos de las empresas petroleras.
Eso es más que lo estipulado en Guyana, pero menos de la mitad del 16% promedio en los países en vías de desarrollo.
En Estados Unidos, por ejemplo suelen pagar el 12% por el petróleo en terrenos públicos.
«La fórmula de ahora en adelante es de bajo costo y bajas emisiones de carbono», dijo Doug Leggate, jefe de investigación del área de hidrocarburos de Bank of America Merrill Lynch.
Afortunado descubrimiento
Nadie esperaba que Surinam y Guyana captaran tantas inversiones. Las compañías perforaron sin éxito más de 100 pozos allí desde 1950 hasta 2014. La mayoría de las perforaciones eran en aguas poco profundas.
Pero cuando se encontraron yacimientos abundantes en las aguas profundas de Brasil, Exxon Mobil y otras empresas regresaron a echar otro vistazo.
En 2015, Exxon hizo brotar un pozo de petróleo en aguas de Guyana, abriendo así la actual oleada de exploración.
Las perforaciones en Surinam apenas están empezando. Sin embargo, llevan un ritmo creciente y acelerado. Apache y su compañía asociada Total han anunciado cuatro importantes hallazgos petroleros desde enero 2020. El último empezando el presente año.
Exxon Mobil y Petronas, la compañía petrolera de Malasia, anunciaron un descubrimiento en diciembre.
En asociación con otras empresas, Apache posee los derechos de arrendamiento de casi un millón de hectáreas. Exxon, el principal productor y explorador en Guyana, y Petronas, posee los derechos de arrendamiento de una región casi del mismo tamaño.
“Estamos en una super cuenca, es enorme”, dijo en noviembre John J. Christmann, director ejecutivo de Apache.
Como principal explorador de petróleo en las aguas de Surinam, Apache comenzó a evaluar el terreno hace ocho años. Los resultados convirtieron a Surinam en la piedra angular de su futuro mientras que nadie quiere invertir en PDVSA.
Otras empresas europeas siguen el ejemplo. El mes pasado, Royal Dutch Shell adquirió la posición de Kosmos Energy en las aguas de Surinam. Esa empresa , ubicada en Texas, se retiró del país.
Guyana opera exportación petrolera
Mientras Venezuela se centra en movimientos políticos y tratar de regresar a la negociación directa para resolver la reclamación sobre el territorio Esequibo.
Guyana avanza en su desarrollo petrolero, de la mano de la estadounidense ExxonMobil.
En este sentido, Guyana adjudicó un cuarto cargamento de 1 millón de barriles de petróleo extraído del bloque Stabroek.
Operado por ExxonMobil, a la empresa independiente estadounidense Hess, según declaró a Argus el ministro de Recursos Naturales, Vickram Bharrat.
El cargamento de crudo Liza de 32,1°API se vendió a 49,3 dólares por barril. El gobierno aún no ha adjudicado la licitación para comercializar unos cinco cargamentos más en 2021, de entre 29 empresas interesadas, dijo Bharrat.
Los tres primeros cargamentos de 1 millón de barriles cada uno de crudo guyanés fueron adjudicados a Shell Western Supply and Trading, en febrero, mayo y principios de agosto de 2020.
El nuevo productor de petróleo no perteneciente a OPEP había programado cinco operaciones de venta por licitación en 2020, pero no las consiguió debido a que la producción de Stabroek fue inferior a la prevista.
ExxonMobil alcanzó su objetivo de 120.000 barriles por día (bpd) en diciembre, tras resolver los problemas técnicos y los retrasos operativos causados por la pandemia de Covid-19.
La petrolera estadounidense tiene una participación del 45% en Stabroek, mientras que Hess posee el 30% y la filial de la estatal china CNOOC, Nexen, el 25% restante.
Bharrat no indicó cuándo se nombrará un comercializador para los cargamentos de 2021. “Se están considerando todas las opciones posibles para que el país pueda obtener el mejor valor por su cuota de crudo”, dijo.
PDVSA detiene operaciones en la refinería Cardón
Mientras en el país vecino, Petróleos de Venezuela detuvo las operaciones en su refinería Cardón, con capacidad para procesar de 310.000 barriles por día (bpd), debido a problemas con el suministro de crudo, dijeron esta semana cuatro personas familiarizadas con el asunto.
La falta de suministro se debe a problemas con un oleoducto que transporta crudo a la planta, según dos de las personas. Cardón era la única refinería de PDVSA que producía gasolina en el país miembro de la OPEP y que ha estado sufriendo por escasez de combustible desde el año pasado.
Tal carencia obedece a la falta de inversiones y la mala gestión en la red de refinación de 1,3 millones de bpd de PDVSA, y más recientemente a las sanciones estadounidenses destinadas a sacar del poder a Nicolás Maduro. Durante el fin de semana, la planta detuvo la producción en sus unidades de craqueo catalítico fluido (FCC, por su sigla en inglés) y reformador de nafta, y luego detuvo su unidad de destilación, dijo una de las personas, que habló bajo condición de anonimato.
Las unidades habían estado operando desde noviembre del año pasado después de meses de extensas reparaciones. Trabajadores estaban intentando reiniciar una de las destiladoras el lunes, dijeron tres de las personas. PDVSA no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Hasta la semana pasada, las unidades de reforma y FCC de Cardón, en el noroeste del país, habían estado produciendo alrededor de 55.000 bpd de gasolina, según el líder sindical Iván Freites. Una unidad de destilación en Amuay, la refinería vecina a Cardón y que tiene una capacidad de procesar 645.000 bpd, había estado produciendo algo de nafta para abastecer a la plata.
Fuente: Primer Informe/ Infobae / Noticias Caracol/ Descifrado