Uruguay dio refugio a unos tipos que tiraron de Guantánamo bajo esta condición: no somos carceleros. Acá vienen a vivir". Así respondió ayer viernes el senador y expresidente José Mujica en respuesta a las críticas que desde EEUU llegaron para cuestionar la capacidad del Uruguay para albergar a los ex presos de Guantánamo. Los reclusos fueron traídos al país durante su gobierno tras un acuerdo con la administración de Barack Obama .
Uno de ellos, Jihad Diyab, semanas atrás salió del país sin aviso, lo que generó alarma en EEUU. El jueves, durante la sesión del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso, el representante republicano y presidente del comité, Ed Royce, opinó que Uruguay no estaba preparado para recibir a los exreclusos. "(La medidas de seguridad) resultaron erróneas" porque "Jihad Diyab ahora ha escapado", dijo Royce según informó The New York Times.
La acusación molestó al expresidente Mujica. Según el exjerarca, los refugiados son libres y Uruguay no es responsable de sus decisiones. "Si un día va uno a Rivera, cruza la frontera y se va para el otro lado como tantos. Uruguay no le va a poner un milico atrás para controlar lo que hace o deja de hacer", dijo. "Estados Unidos que le pida a Mangacho, pero evidentemente no estamos para ser carcelero de Estados Unidos ", agregó el exmandatario.
Asimismo, opinó que las críticas son entendibles en un contexto de campaña electoral donde "le están queriendo cobrar a Obama todo". EEUU elige su nuevo presidente en noviembre. Por su parte, Christian Mirza, nexo del gobierno con los refugiados de Guantánamo, aseguró al programa Desayunos informales (canal 12) que Diyab cuenta con un título de viaje que le permite salir del país y tener libre circulación. "Uruguay no le puede impedir la salida", pero el país receptor sí puede rechazar el ingreso del refugiado, como ocurrió en Brasil, dijo Mirza.
Asimismo, recordó que en diciembre de 2015 el ex preso "firmó un documento oficial del Departamento de Estado en el que se declara que los seis refugiados no constituyen riesgo alguno en materia de seguridad para EEUU ni para el país".
"Cuando firma la carta de compromiso acepta de algún modo los términos de ese documento, de incorporarse al proceso de integración a la sociedad uruguaya. A tal punto que él era el único que había iniciado trámites para realojar familiar", agregó.
Estados Unidos en alerta En la sesión, el legislador republicano Jeff Duncan dijo que Diyab es "un miembro de Al Qaeda " especialista en papeles falsos, que "tal vez" está ayudando a otros extremistas o "tal vez del Estado Islámico" a entrar a EEUU o atentar contra los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Ante las acusaciones, Lee Wolosky (enviado especial del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo y traslado de los exreclusos) reconoció que lo mejor hubiera sido que el refugiado permaneciera en el país.
"Hubiéramos preferido que el Sr. Diyab permaneciera en Uruguay -si es que en la actualidad no está ahí- hasta la expiración del programa de reasentamiento de dos años", sostuvo. Según las estadísticas del gobierno estadounidense, alrededor de 13% de los prisioneros liberados desde la llegada al poder de Obama han retomado o son sospechosos de haber retomado la lucha armada.
El porcentaje es menor que el de los liberados bajo la presidencia de su antecesor, George W. Bush, que llegó a 35%.
"Los servicios de inteligencia estiman que ningún liberado después de 2009 tuvo responsabilidades en la muerte de estadounidenses", indicó Wolosky.
Con Información de: El Observador