Las firmas truchas de Néstor Kirchner en los libros de Hotesur -la sociedad controlante del hotel Alto Calafate- son doce. Y no son las únicas firmas falsificadas. Hay otras dos, además de otras múltiples "irregularidades" que involucran a la ex presidenta Cristina Kirchner y sus dos hijos, según surge del dictamen de los peritos caligráficos cuya copia obtuvo LA NACION.
Fechas modificadas, firmas adulteradas, tachaduras sin salvar y el uso intensivo de "liquid paper" para ocultar a la ex presidenta, son algunas de las irregularidades que detectaron los expertos, que firmaron juntos el reporte. Tanto los dos oficiales, Juan Santiago Rattaro (vicedecano de la Corte Suprema) y Alejandro Centofanti (por la Policía Federal), como José María Buitrago, por la defensa.
"Las firmas atribuidas a Néstor Carlos Kirchner en el Libro Depósito de Acciones y Registro de Asistencia a Asambleas, fojas 11 (número de orden 1, 3, 4 y 5), fojas 12 (número de orden 1, 3, 4 y 5) y fojas 13 (número de orden 1, 3, 4 y 5), NO SE CORRESPONDEN con el material indubitado/base de cotejo aportados", coincidieron los tres peritos, que así lo remarcaron, en mayúscula, en su dictamen.
¿Por qué no? "Nos encontramos frente a firmas que no concuerdan, no sólo en su aspecto estructural, sino tampoco en el constitutivo", remarcaron los tres peritos.
Esas firmas quedaron bajo la lupa luego de que el juez federal Claudio Bonadio allanara múltiples domicilios en julio de 2015, como parte de su investigación en Hotesur. Tras los procedimientos en la capital santacruceña, la presidenta de Hotesur, Romina Mercado, solicitó 48 horas a la Justicia para entregar esos libros, y se comprometió a presentarlos en el Juzgado Federal de Río Gallegos. Cumplió su palabra, aunque la autenticidad del contenido de esos libros quedó bajo sospecha.
Tanto la diputada nacional Margarita Stolbizer como el fiscal Carlos Stornelli plantearon la necesidad de analizar esos libros al siguiente juez a cargo de la instrucción, Daniel Rafecas. Pero recién fue el tercer juez de la causa, Julián Ercolini, quien ordenó el peritaje.
Con información de La Nación