Cuando se anunció el encuentro entre Enrique Peña Nieto y el candidato republicano Donald Trump, muchas personas se cuestionaron por qué el presidente de México había aceptado dicha reunión.
Dailyn Sanchez/El Político
Las dudas entre la gente incrementaron luego del terrible encuentro del 31 de agosto entre el mandatario mexicano y Trump, que trajo con él una multitud de críticas generando una crisis interna dentro del gabinete de gobierno de Peña Nieto.
La polémica reunión se concretó gracias a una invitación del secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
Luego de la reunión, las redes sociales explotaron con mensajes, fotos, videos, y memes, buscando una explicación al polémico encuentro.
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Por su parte, Peña Nieto aseguró que buscaba convencer a magnate “de la importancia de México para Estados Unidos, y de Estados Unidos para México”.
Entre los diversos análisis que surgieron luego de la tortuosa junta, uno llamómucho la atención de la opinión pública, el de la revista electrónica estadounidense Slate realizado por el columnista Jim Newell, que exponía la siguiente teoría: “Un presidente no muy brillante encontró un farol para iluminarse, pero después no supo qué hacer cuando Trump aceptó su invitación”, escribió.
Una explicación parecida dio el expresidente mexicano Vicente Fox. “Lo chamaquearon (engañaron)”.
Los escenarios
El problema no es la capacidad del presidente, las ambiciones de su ministro de Hacienda o que Trump se haya pasado de listo en el encuentro. Lo complicado es el escenario que a continuación se presenta para Peña Nieto.
A nivel internacional, muchos analistas subrayan que la invitación de Peña Nieto y la forma como se desarrolló la junta le dieron al magnate la respuesta que necesitaba a las críticas sobre su inexperiencia política y la incapacidad de gobernar a su país.
Soledad Loaeza, investigadora de El Colegio de México, coincide: “Ahora tiene argumentos adicionales para decirle a su electorado que es un buen diplomático, que es un estadista de primera línea y que ya le advirtió al presidente mexicano que no va a variar de posición”.
En Europa y Asia existe la certeza de que si Trump llega a la Casa Blanca, habrá una severa crisis mundial, no solo económica sino de seguridad. Y resulta contradictorio que el presidente del país más insultado por el magnate sea quien le preste la mano amiga que necesitaba su desbocada campaña.
Para ojos de la senadora, como de analistas, tuiteros y ciudadanos en la calle, México fue humillado por Trump, y Peña Nieto lo permitió.
Con información de IPS
