Todo Estados Unidos y parte el mundo está a la espera de que la jefa de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi, entregue formalmente esta semana al Senado los cargos para iniciar un juicio político contra el presidente Donald Trump, como ella misma ha prometido, y cumplir así con el último trámite para fijar una fecha de inicio del proceso, reseñó Listin Diario.
El Político
A pesar de que todas las miradas en Washington andaban este lunes pendientes de ella, Pelosi no ha dado más pistas sobre cuándo hará efectiva la entrega de los cargos de obstrucción al Congreso y abuso de poder contra el mandatario por presionar a Ucrania para que investigara a su rival político, el exvicepresidente Joe Biden, actual precandidato demócrata a las elecciones del próximo noviembre.
RETRASO BUSCA "UN JUICIO POLÍTICO MÁS TRANSPARENTE"
El presidente del grupo legislativo que lideró la investigación para abrir un proceso de destitución contra Trump, Adam Schiff, jefe del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, defendió este lunes la actuación de Pelosi, ya que, en su opinión, el retraso en la entrega formal de los cargos del Senado puede facilitar "un juicio político más transparente".
La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó el pasado 18 de diciembre los cargos contra Trump, con lo que dio luz verde a la celebración de un "impeachment", como se denomina en inglés el juicio político, que tendrá lugar en el Senado, dominado por los republicanos.
Desde entonces, Pelosi ha estado aplazando la entrega formal de las acusaciones a la Cámara Alta porque quiere que los republicanos garanticen antes que habrá nuevos testigos en el juicio político, entre ellos dos que los progresistas consideran claves: el exasesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, y el jefe de gabinete, Mick Mulvaney.
BOLTON Y MULVANEY, LOS TESTIGOS CODICIADOS POR LOS DEMÓCRATAS
Con respecto a eso, Schiff manifestó a la cadena de televisión ABC su esperanza de que "la presión pública para un juicio justo signifique que los miembros republicanos del Senado moderados insistan en escuchar a gente como John Bolton y Mick Mulvaney y a otros que tienen información de primera mano sobre el esfuerzo del presidente de intimidad a un líder extranjero para que le ayudara a hacer trampas en las elecciones".
El caso contra Trump se desencadenó después de una queja de un informante a la Inteligencia del país sobre un llamada telefónica en julio entre el presidente y su homólogo de Ucrania, Volodímir Zelenski, para que el ucraniano lanzara pesquisas contra Biden y su hijo Hunter por presunta corrupción en el país europeo.
Según la oposición demócrata, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden, algo que el mandatario ha negado.
ESCONDER EL CASO BAJO LA ALFOMBRA
Para Schiff, la ausencia de testigos en el juicio político en el Senado daría al líder de los republicanos en esta cámara, Mitch McConnell, la oportunidad de despachar el caso contra el presidente y "esconderlo bajo la alfombra".
"Si McConnell tiene éxito despachando este caso sin testigos, será el primer caso de ‘impeachment’ no solo que implique a un presidente sino a cualquiera en la historia de la nación en el que el juicio (político) salió adelante sin testigos", auguró Schiff.
Con o sin testigos, es difícil que el juicio político contra Trump, el tercer presidente de EEUU que afrontará un proceso de destitución después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton entre 1998 y 1999, ambos absueltos en el Senado, acabe con una decisión contraria al mandatario debido a la mayoría que gozan los republicanos en esta cámara.
EL RETRATO DE PELOSI, SEGÚN TRUMP: CON VELO ISLÁMICO Y BANDERA DE IRÁN
Mientras, el principal afectado, el propio Trump, volvió este lunes a arremeter contra Pelosi y los demócratas por lo que considera una "caza de brujas".
"Demandamos justicia’ gritan Pelosi y los Demócratas Inútiles, aun así los Demócratas de la Cámara (de Representantes) no nos dejarían tener ningún testigo, abogados o incluso hacer preguntas. ¡Esta es la caza de brujas más injusta en la historia del Congreso!", clamó el presidente en la red social Twitter.
Durante la mañana del lunes, el mandatario tuvo una actividad frenética tuiteando y retuiteando mensajes de otras cuentas y suyos propios del pasado para criticar a los demócratas, a los que acusó de ensalzar la figura del general iraní Qasem Soleimaní, asesinado en una operación estadounidense en Bagdad el 3 de enero.
Un mensaje que retuiteó fue un montaje fotográfico en el que aparecen Pelosi y el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, delante de una bandera de Irán, ella con un velo islámico y él con un turbante, con las palabras "Demócratas 2020″.
Escalada entre EEUU e Irán pone al golfo Pérsico en el ojo del huracán
Por otra parte, Diario Libre reseña que casi todos los países del golfo Pérsico acogen a tropas estadounidenses y, por tanto, podrían ser objeto de un ataque si Irán decide propinar otro golpe a Estados Unidos, pero el mayor peligro es el que amenaza a la economía de una región que por primera vez en mucho tiempo insta en bloque a la desescalada.
Recordemos que el pasado 3 de enero, un ataque de Estados Unidos en Bagdad causó la muerte del comandante iraní Qasem Soleimaní y otro líder militar chií de Irak, una acción a la que Teherán respondió días más tarde con el lanzamiento de misiles contra bases iraquíes en las que están desplegadas tropas estadounidenses.
‘Todos los Estados árabes del golfo tienen un interés establecido en evitar una costosa guerra entre Irán y Estados Unidos en la región. Están en primera línea, tienen mucho que perder y por eso han estado llamando a la desescalada’, consideró April Longley Alley, del centro Crisis Group.
A su juicio, evitar un posible conflicto armado va más allá de lograr una reducción ‘temporal’ de la tensión y requiere la mediación de una tercera parte para lograr un pacto político, que probablemente incluiría el retorno de Irán al pacto nuclear a cambio del levantamiento de sanciones por parte de Washington.
Catar y Omán estarían tratando de mediar en la crisis actual, aunque este último perdió el viernes a su conciliador sultán Qabús bin Said, lo que podría dejarle fuera de combate por un tiempo de los intentos de mediación.
POSIBLES BLANCOS DE UN ATAQUE IRANÍ
Alley advierte de que mientras prevalezca la tensión, Irán tiene incentivos para amenazar con una escalada bélica como forma de ‘desafiar el statu quo’ en la región.
En su opinión, el lanzamiento de misiles de la semana pasada fue una mera respuesta militar ‘simbólica’ y ‘está muy lejos de estar claro que esta vaya a ser la única’ represalia.
Para Yasmine Farouk, del Programa de Oriente Medio del Carnegie Endowment, Arabia Saudí, el gran aliado de Washington, y Emiratos Árabes Unidos (EAU) son los que más papeletas tienen en la lotería, mientras que Omán y Catar podrían no estar entre los objetivos principales de un posible ataque iraní.
Sin embargo, recuerda que ‘Estados Unidos es ahora mismo un objetivo para Irán’ y no descarta que, aparte de Riad y Abu Dabi, alguna otra nación del golfo puede sufrir el látigo de Teherán debido a la presencia estadounidense en su suelo, aunque no sería su objetivo principal.
Baréin, un pequeño país insular, acoge la sede de la Quinta Flota Naval de Estados Unidos, que supervisa las operaciones marítimas en toda la región, y Catar tiene en su territorio la base área de Al Ubeid, la mayor de la región en la que hay destacados cerca de 13.000 militares estadounidenses.
Otra importante base estadounidense, Al Dhafra, se encuentra en Emiratos Árabes Unidos, mientras que Kuwait hace de anfitrión a las tropas estadounidenses en el campamento Arifjan.
Pero lo que más preocupa a Farouk son las repercusiones de la escalada en la economía y el comercio de las monarquías del golfo, en parte debido a que ‘todo lo que tiene que ver con la seguridad del flujo de petróleo y el comercio se vuelve más caro’.
ARABIA SAUDÍ, UNA ECONOMÍA EN RIESGO
En el caso de Arabia Saudí, el reino está tratando de abrirse al turismo y, por supuesto, muy pocos se atreverán a viajar en medio de la tensión, especialmente después de que se confirmase que Irán derribó un avión ucraniano por error el pasado día 8, causando la muerte de 176 personas.
Además, está implementando ‘enormes proyectos nacionales y necesita centrar los recursos y la atención en esos proyectos’, destacó la analista en referencia a los planes de desarrollo y eventos de diversa índole en el reino, que a final de este año acogerá la cumbre del G20.
Otros países se ven en la misma disyuntiva, como EAU, que en breve dará el pistoletazo de salida a la titánica Dubái Expo 2020.
Sin embargo, en medio de la escalada los saudíes podrían comprar armamento estadounidense, que Riad utiliza en sus ‘operaciones defensivas y ofensivas’ en el Yemen a la cabeza de una coalición de países suníes contra los rebeldes hutíes, supuestamente apoyados por Irán.
Farouk cree que la reciente visita a Washington del viceministro saudí de Defensa, Jaled bin Salmán, habría tenido, precisamente, como objetivo ‘ver qué puede hacer Estados Unidos para estimular su campo de la defensa todavía más, así como el potencial para una desescalada’ en medio de la tensión en Oriente Medio.
En cuanto al Yemen, a juicio de la experta, Riad está tratando de ‘cerrar el capítulo yemení’ y, si bien se podrían esperar nuevos ataques ‘no necesariamente de envergadura’ por parte de los rebeldes chiíes, por el momento se desconoce cómo podría afectar la muerte del general iraní a este conflicto.
Cabe acotar que Soleimaní era el encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución y supervisaba a las milicias iraníes o próximas a Teherán en la región, enemigas de los países suníes del golfo que, en concreto en el caso de los hutíes, han sido blanco de sus ataques con drones y misiles, concluye el portal.
Fuentes: Listin Diario y Diario Libre