Después de que Rusia lanzara su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, se bloqueó la ruta del Mar Negro utilizada por los ucranianos para exportar alimentos.
El Político
Con 20.000 millones de toneladas de grano atrapadas en Ucrania y los precios mundiales de los alimentos en alza, la Unión Europea se movió en mayo pasado para establecer "carriles de solidaridad" para que las exportaciones fluyan a través de los estados miembros.
La UE también suspendió los aranceles sobre los productos ucranianos.
Las amenazas de Rusia
El Ministerio de Defensa ruso ha acusado a Ucrania de violar los términos del «acuerdo de granos» y calificado de «terroristas» a las autoridades de Kiev, ya que utilizó presuntamente las rutas por las que transitan lo buques cargueros que transportan el cereal para atacar con drones la bahía de Strelétskaya, en donde está anclada la base de la Flota del Mar Negro rusa en Sebastopol.
«Las lanchas no tripuladas que atacaron Sebastopol y Crimea el 23 de marzo y el 24 de abril partieron desde las aguas de Odessa, designadas para la implementación del acuerdo de granos», advierte la nota difundida por el Ministerio de Defensa ruso. Según su texto, «los drones fueron desplegados en el corredor humanitario involucrado en la exportación de cereales desde los puertos ucranianos. Estas acciones terroristas del régimen de Kiev ponen en peligro la extensión de acuerdo más allá del 18 de mayo», cuando vence en su actual redacción.
Rusia y Ucrania firmaron el 22 de julio de 2022 un acuerdo bajo la mediación de Turquía y Naciones Unidas para desbloquear la exportación de grano y fertilizantes, pacto que quedó interrumpido brevemente por las acusaciones de Moscú contra Kiev por supuestas amenazas a la seguridad del pasillo marítimo. Después, Rusia volvió al acuerdo y, el pasado mes de marzo, se pactó una prorroga de 60 días, pese a que el convenio contemplaba desde el principio 120 días.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario general de la ONU, António Guterres, discuten actualmente en Nueva York las condiciones que exige Moscú para prorrogar el «acuerdo de granos». La semana pasada, Rusia interrumpió las inspecciones de los buques que transportan el cereal, lo que hizo pensar que el acuerdo estaba ya roto, pero se reanudaron el miércoles día 19, tras dos días de parón.
Nuevos ataques
Por otro lado, el jefe de la Administración de la región de Járkov, Oleg Sinegúbov, dio cuenta este martes por la mañana de un ataque ruso con misiles disparados desde lanzaderas S-300 contra la localidad de Kupiansk con un balance de una mujer muerta y 10 heridos. El bombardeo alcanzó de lleno el edificio del museo local de historia, entre cuyos empleados se encontraban las víctimas, algunas, dos por lo menos según Sinegúbov, permanecen sepultadas bajo los escombros.
Tres personas tuvieron que ser hospitalizadas en estado grave y siete sufrieron heridas leves, aseguró el gobernador de Járkov. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reaccionó a lo sucedido expresando sus condolencias a los familiares de los damnificados y prometió una vez más que los responsables de cometer crímenes de guerra contra Ucrania serán castigados.
«El país terrorista está haciendo todo lo posible para destruirnos por completo: nuestra historia, nuestra cultura, nuestra gente, matando a los ucranianos con métodos absolutamente atroces. No tenemos derecho a olvidarnos de esto ni un solo segundo», afirmó Zelenski a través de su canal de Telegram junto con una fotografía del museo casi completamente derruido. El ataque se produjo hacia las 10 de la mañana.
Antes del comienzo de la guerra, Kupiansk, a orillas del río Oskol e importante nudo ferroviario, tenía unos 27.000 habitantes. Fue ocupada en los primeros días de la contienda por las tropas rusas, pero recuperada por los ucranianos el pasado septiembre al igual que otras localidades de la región de Járkov como Izium y Balaklaya. En las últimas semanas, el Ejército ruso ha llevado a cabo varios ataques en la zona.
«Pequeños avances»
En su parte diario, el Estado Mayor de las fuerzas ucranianas sostenía este martes que «en el sector más septentrional del frente persiste una nueva situación surgida en los últimos días: los rusos han detenido -al menos temporalmente- los intentos de avanzar en dirección a Kupiansk y Limán», localidad esta última emplazada en la región de Donetsk y a pocos kilómetros al noreste de Sloviansk.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario general de la ONU, António Guterres, discuten actualmente en Nueva York las condiciones que exige Moscú para prorrogar el «acuerdo de granos»
El mismo informe aseguraba que «los principales esfuerzos del enemigo todavía se concentran en realizar operaciones ofensivas contra Bajmut, Avdiivka y Marinka», pero sin grandes movimientos en ninguno de esos tres sectores. No obstante, el lunes, fuentes extraoficiales, canales de Telegram de uno y otro lado, informaban de «pequeños avances» de los mercenarios rusos del grupo Wagner en algunos lugares de la parte occidental de Bajmut. Aunque Kiev asegura haber repelido en las últimas horas «43 ataques en Bajmut, Avdiivka y Marinka».
Los expertos del Instituto para el Estudio de la Guerra estadounidense (ISW), por su parte, aseguran que el Ejército ruso y los mercenarios de Wagner continúan sus ataques para tratar de tomar Bajmut, pero «con escasos éxitos territoriales».
El ISW llama también la atención sobre la situación en Vugledar, en la parte sur de la región de Donetsk, en donde las fuerzas rusas han reanudado los intentos de tomarla llevando a cabo incursiones previas de la aviación. Según Kiev, el mes pasado los rusos perdieron en Vugledar más de un centenar de tanques. Ahora, el ISW estima que «las fuerzas rusas carecen del poder de combate necesario para una ofensiva significativa en la región de Vugledar especialmente mientras continúe la batalla por Bajmut».
Fuente: ABC