Hay momentos que un preso nunca olvida: el día que pierde su libertad y aquellas horas nefastas en que es sometido a vejaciones.
El Político
Angel de Fana cayó preso el 10 de septiembre de 1962. Lo acusaron de ser el autor intelectual de un acto violento en el que murieron un miliciano y dos de sus compañeros de lucha.
Cumplió en las cárceles castristas una condena de 20 años y siete meses, durante los que experimentó y fue testigo de muchos abusos.
“Me llevaban a los interrogatorios con un gorro que me cubría la cabeza. Una vez me sacaron desnudo y me dejaron ahí mucho tiempo”, cuenta De Fana, quien estuvo en las Cabañitas, un lugar de interrogatorios tan secreto que los presos solo imaginaban donde se encontraban por el tiempo que tomaba transportarlos hasta allí, cubiertos con un lona y con la bota de los guardias en la cabeza.
De Fana, de 80 años y de La Habana, es uno de los presos políticos “plantados” que cumplieron condenas de más de 20 años en las cárceles castristas, muchas veces vestidos solo con calzoncillos.
Se les llamó “plantados” porque se negaron a aceptar un Plan de Reeducación impuesto por el gobierno que los forzaba a trabajar y aceptar el adoctrinamiento político con la promesa de rebajas en las condenas.
Hoy la historia de esos hombres toma forma en Plantados, una película que se filma en Miami, en un edificio como una torre que se ve desde la autopista 112, en el que se están replicando algunas de las cárceles más tenebrosas de Cuba.
Fuente: Elnuevoherald