El juicio que se lleva a cabo en la ciudad de Fort Lauderdale, en Florida, contra Claudia Díaz Guillén, enfermera de Hugo Chávez y que trepó y se convirtió en Tesorera de la Nación y el de su marido, Adrián Velázquez Figueroa, que pasó de ser un escolta del fallecido líder bolivariano a un potentado millonario, salieron a relucir detalles de su defensa que parecen de una película de ciencia ficción.
El Político
Según información obtenida por la periodista Maibor Petit en su blog maiborpetit.info, los abogados de Velázquez Figueroa dijeron ante el juez del Distrito, William P. Dimitrouleas a la hora de pedir la desestimación de los cargos que el exmilitar era rico.
Y que su enorme patrimonio provino de las ganancias de sus empresas establecidas.
Argumentos en el juicio en EEUU
Según publica Maibor Petit, Velázquez Figueroa argumentó en el juicio que es dueño de una escuela de buceo, una panadería y logró ganar mucho dinero gracias un contrato con una empresa de extracción de petróleo.
Bajo ningún concepto, insinúan los argumentos, la inmensa riqueza se deriva de los negocios ilegales que hizo con Raúl Gorrín, Leonardo González Dellán y otros sujetos, mientras su esposa era la Tesorera de Venezuela, un país que ahora está carcomido por la corrupción, con más de 7 millones de desplazados que huyen del hambre y la miseria.
Díaz Guillén ejerció como Tesorera Nacional de Venezuela en sucesión a Alejandro Andrade, mientras que su esposo fue jefe de seguridad del finado mandatario. En el ejercicio de estas funciones, la acusada y su cónyuge habrían recibido unos USD 65 millones en sobornos por parte de Gorrín.
Además, las defensas de Claudia Díaz Guillén y Adrián Velázquez Figueroa pidieron al tribunal declarar el juicio nulo.
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