Más de un millar de militantes y simpatizantes del PSOE, según cálculos de este diario, han asistido en Xirivella (Valencia) a la reaparición de Pedro Sánchez tras su renuncia como diputado el pasado 29 de octubre, horas antes de la investidura como presidente de Mariano Rajoy. El ex secretario general de los socialistas ha cuestionado la labor de la gestora y ha reclamado la celebración inmediata de un congreso, para el que todavía no se ha fijado fecha, en el que se resuelva el liderazgo del partido. "Mis primeras palabras son para quienes están en Ferraz: queremos votar en primarias y un congreso que sirva para el cambio y unidad del PSOE", ha afirmado entre vítores, mientras algunos de los presentes ondeaban las pancartas de plataformas de "militantes en pie" con lemas a favor de un congreso "ya".
"Vuestro tiempo acabó, le digo a la gestora. Con todo el respeto y solidaridad de un militante de base del PSOE, una gestora no está para dirigir al partido, está para convocar el congreso. Cuanto más tarde en celebrarse ese congreso, mejor para Rajoy, que estará sin un líder que defienda al PSOE", ha trasladado Sánchez en un acto que se ha tenido que celebrar al raso, en la plaza de la Concordia, pese a que amenazaba lluvia, debido a que el aforo de 350 butacas del teatro auditorio se ha quedado pequeño. Los mensajes de Sánchez a la dirección temporal del PSOE, que preside Javier Fernández, han sido continuos ante un público entregado. "Hay algunos que plantan la falsa disyuntiva de un congreso ya o un congreso bueno. Aquí decimos que se puede celebrar un buen congreso ya", ha afirmado el ex secretario general, que ha reivindicado la que en teoría era la mesa redonda "Repensar el PSOE, construir el futuro" como un "acto de reivindicación de la militancia" del partido.
Sánchez también ha instado a la gestora que vote en contra del techo de gasto y de los presupuestos: "Y si Rajoy amenaza con elecciones, nosotros no le tenemos miedo". "Al PSOE le falta hacer lo que promete. Y si decimos no a Rajoy votamos no a Rajoy", ha apostillado. El exlíder socialista, que desde su renuncia al escaño en el Congreso apenas ha tenido actividad con excepción de su viaje a Estados Unidos con motivo de las elecciones presidenciales, ha pedido "perdón" por los "errores cometidos" y ha hecho un llamamiento general a la autocrítica en el PSOE. "Solamente seremos capaces de unir al PSOE sumando las voces y votos de la militancia. Para ganar al PP y unir a la izquierda lo primero que tenemos que hacer es unir al PSOE", ha observado.
El evento de Xirivella, añadido al homenaje por la tarde a la agrupación de Sueca, se ha interpretado como una demostración de fuerza de Sánchez en una de las federaciones cuyo máximo responsable, en este caso Ximo Puig, es uno de los líderes territoriales críticos con el ex secretario general. Puig, que dimitió de la ejecutiva de Sánchez, en un proceso que concluyó con la dimisión del secretario general en el turbulento comité federal del 1 de octubre, declaró esta semana que la Comunidad Valenciana "es tierra de acogida"y resaltó la condición de Sánchez de "militante". "Que nadie se sienta amenazado. Solo tendremos futuro si tenemos cohesión e identidad socialista", ha señalado el secretario general de la provincia de Valencia, José Luis Ábalos, que ha reconocido que aun así alguien se habrá "atragantado" con el acto. Ábalos, que también es miembro de la dirección del grupo parlamentario socialista en el Congreso de los Diputados, está enfrentado a Puig. La provincia de Valencia contaba con un censo de votación de 9.013 militantes, de acuerdo con los datos de la consulta sobre el acuerdo con Ciudadanos del pasado febrero previo a la investidura fallida de Sánchez. La única con más afiliados era Sevilla (9.713). Madrid, con 13.639 militantes, es la única autonomía uniprovincial que supera los registros de las provincias citadas, lo que da una idea de la dimensión orgánica de Valencia.
Al acto han asistido Zaida Cantera, Odón Elorza, Sofía Hernanz y María Luz Martínez, cuatro de los 15 diputados que rompieron la disciplina de voto y se pronunciaron en contra de la investidura de Rajoy. La gestora castigó a afines a Sánchez, incluidos algunos diputados que se abstuvieron, con la pérdida de portavocías o portavocías adjuntas en el Parlamento. "Es un día importante, todos somos protagonistas hoy aquí del inicio de un movimiento para iniciar la reconstrucción del PSOE y la recuperación de la credibilidad. Ambas cosas no se van a conseguir sin el esfuerzo colectivo de toda la militancia", ha esgrimido Elorza. El diputado vasco y exalcalde de San Sebastián ha llamado a la reconciliación del partido: "No caben las descalificaciones, de Norte a Sur no sobra nadie, este es un partido diverso y plural. No es tiempo de resistencia. Es el tiempo de la unidad".
José Antonio Pérez Tapias, que se midió con Sánchez en las primarias de julio de 2014 en las que este fue elegido secretario general, el primero en primarias y bajo la consigna de "un militante, un voto", ha cerrado filas con el ex secretario general. Tapias le ha mostrado su "agradecimiento profundo" por "su coherencia" y ha exigido que las bases se puedan pronunciar. "Hemos firmado muchas hojas pidiendo un congreso extraordinario ya. Las firmas son reales, no son ficticias, no son una fantasmagoria", ha apuntado.
Sánchez, que el lunes viajará a México, donde impartirá una ponencia sobre la socialdemocracia, ha eludido toda mención sobre la relación con Podemos, al que durante su etapa al frente de PSOE señaló como populista y con el que ya sin galones animó a trabajar “codo con codo”, o la definición de España como nación de naciones. Tampoco se ha refirido al reciente acuerdo de Gobierno entre el PNV y el PSE ni a la reunión del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, en Sevilla con Susana Díaz. En ella, Iceta garantizó a la presidenta andaluza la neutralidad de los socialistas catalanes en la elección del futuro responsable del PSOE. El entorno de Sánchez entiende que el encuentro se produjo dentro de la “normalidad” y valoran la “responsabilidad” de Iceta, muy activo en resolver la crisis abierta entre ambos partidos a raíz de la votación en contra de Rajoy de los siete diputados del PSC.
Con información de El País