El aumento de la nómina de empleados de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), con base en criterios exclusivamente políticos, le está costando muy caro a la estatal.
Mario A. Beroes R./El Político
140.626 empleados, según datos no oficiales recabados componen la nómina de la que fue una de las empresas petroleras más importantes del mundo
Fuentes del sector energético aseguraron que esa situación limita seriamente la posibilidad de realizar los planes de expansión anunciados por la dictadura de Nicolás Maduro, como elevar la producción de crudo a entre un millón y dos millones de barriles diarios en el corto plazo.
Es puntos, está el éxodo del personal calificado debido a la persecución política interna. A esto se une el desencanto de los trabajadores ante la pérdida del poder adquisitivo por los bajos salarios.
Otro aspecto es la enorme dificultad de reponer rápidamente el personal faltante. El drenaje del capital humano de Pdvsa ha sido continuo y lo que entra no está calificado para el trabajo que hay que desempeñar.
Entre despidos pitos y lista Tascón
Entre 2002 y 2006 se fueron los profesionales y gerentes calificados de primera línea, como consecuencia del despido masivo por el paro petrolero y las listas políticas discriminatorias como la de Tascón.
La segunda oleada de ida del personal abarca los cuadros de profesionales y técnicos, muchos de ellos jóvenes e incluso identificados con el oficialismo.
A finales de la década de 1990, la nómina de Pdvsa era de 25.000 trabajadores.
Las estatizaciones de las asociaciones estratégicas y empresas mixtas realizadas por Hugo Chávez sumaron a la nómina de la estatal petrolera otros 25.000 trabajadores.
Sin embargo, el abultamiento más fuerte de la nómina de Pdvsa, que superó los 100.000 empleados, se debe al clientelismo y nepotismo político.
El cambio de dirección de la actividad petrolera por parte de la administración Maduro, invitando inversionistas y empresas extranjeras a participar, a la vez de tratar de convencer a Estados Unidos para que suavice o levante las sanciones económicas, requiere que Pdvsa cuente con personal calificado, pero muchos se han ido.
Sindicalistas petroleros resaltaron los esfuerzos de Pdvsa para detener el éxodo de los empleados calificados a través del pago de bonos ocasionales y bolsas de alimentos de calidad superior a los CLAP.
Con esto, el ingreso del trabajador puede ser más de 100 dólares al mes, muy lejos de 1.500 dólares mensuales que pagan en otros países latinoamericanos como Colombia.
Pdvsa adelanta la racionalización de su nómina transfiriendo los contratados políticos a los bonos de la Página Patria.
Abandono del recurso humano
En los últimos 20 años se descuido mucho la actividad petrolera con la falta de inversiones y de mantenimiento a las instalaciones.
Otro abandono muy grave ocurrió con el recurso humano, pues se redujeron al mínimo los programas de capacitación y formación profesional y técnica para dar paso al adoctrinamiento ideológico.
Desde 2020 Pdvsa elabora listas de trabajadores calificados profesional y técnicamente, a quienes trata de convencer de que no se vayan con la promesa de mejoras sustanciales a futuro como consecuencia de la expansión dentro de la industria.
La falta de personal calificado es muy crítica, por lo que Pdvsa está contratando trabajadores jubilados para llenar vacíos y adiestrar al personal nuevo y sin experiencia.