Los partidos macedonios cierran hoy la campaña para las elecciones anticipadas del próximo domingo, con las que el país espera poner fin a dos años de feroz enfrentamiento entre el Gobierno conservador y la oposición socialdemócrata, que desembocó en la dimisión del primer ministro, Nikola Gruevski.
La conservadora Organización Revolucionaria Interna de Macedonia-Partido Democrático de Unidad Nacional (VMRO-DPMNE) se presenta como clara favorita a pesar de que el Gobierno tuviera que dimitir tras destapar la oposición socialdemócrata un escándalo de escuchas telefónicas, orquestado supuestamente por el entorno de Gruevski.
Los últimos sondeos de opinión publicados el martes otorgan a la VMRO-DPMNE entre el 27 % y el 28 % de la intención de voto, mientras que la Unión Socialdemócrata de Macedonia (SDSM) de Zoran Zaev no habría sacado provecho del escándalo al contar solo con un respaldo de entre el 15 % y el 17 % del electorado.
En un discurso televisado, el presidente de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), Gjorge Ivanov, hizo hoy un llamamiento a todos los partidos a mantener un nivel de cultura política "digno" y apeló a las instituciones a no permitir nada que pueda entorpecer el proceso de votación.
"No debemos permitir que ningún argumento desacredite el proceso electoral. Espero que el 11 de diciembre haya un claro mensaje de aceptación de la voluntad de los ciudadanos, espero que sea el inicio del fin de la crisis política y el comienzo de la reconciliación nacional", dijo Ivanov.
La campaña electoral, que comenzó el 21 de noviembre, ha transcurrido sin contratiempos, pero ha estado marcada por una durísima retórica.
La principal controversia entre los dos principales partidos surgió después de que los socialdemócratas de la SDSM prometieran más derechos para los ciudadanos de etnia albanesa, que comportan en torno a la cuarta parte del total de dos millones de habitantes que cuenta Macedonia.
El partido socialdemócrata hizo una intensa campaña electoral en las televisiones de lengua albanesa al comprar mucho espacio para publicitar esta promesa electoral y, de paso, arañar votos a los dos principales partidos albaneses, el DUI y el DPA.
Los conservadores contestaron acusando al partido de Zaev de pretender instaurar un sistema federal en Macedonia y de querer imponer la lengua albanesa en todo el territorio del país.
Los políticos de la VMRO-DPMNE enfocaron sus mítines en tratar de convencer a los votantes macedonios eslavos de que apoyar a los socialdemócratas sería un voto a favor de la división étnica del país.
La SDSM concluye la campaña esta noche en Strumica, ciudad en el sureste de Macedonia de la que Zoran Zaev es alcalde, mientras que Gruevski la cerrará con un mitin en Prilep, en el sur del país.
Mañana es jornada de reflexión y día de voto para los presos, soldados, ancianos inmovilizados y los macedonios que residen en el extranjero.
Con información de: EFE