El Mercosur, envuelto en una grave crisis tras la asunción de Venezuela de la presidencia temporal del bloque, a la que se oponen Paraguay, Argentina y Brasil, debe de volver a sus raíces económicas y abandonar el “amiguismo ideológico”, dijo el canciller paraguayo, Eladio Loizaga.
“Tiene que volver (el Mercosur) a sus raíces económicas, libre circulación de bienes, dejar el lado político, el amiguismo ideológico y que cada país miembro respete su propio proceso político interno”, declaró Loizaga.
Añadió que consolidar el fundamento comercial es el principal desafío del bloque, en especial cuando se han iniciado las conversaciones con la Unión Europea para la consecución de un acuerdo de libre comercio.
“Fortalecer y centrarnos en los desafíos que tiene el Mercosur en sus relacionamientos de comercio, porque tenemos que crecer y está el tema de la UE que este año comienza”, dijo ante de partir a la ceremonia inaugural de Río 2016, junto al presidente, Horacio Cartes.
El Mercosur está inmerso en una crisis desde que el pasado fin de semana el Gobierno de Venezuela anunció que asumía la presidencia temporal que había dejado Uruguay, tras cumplir los seis meses de duración de ese mandato.
La decisión de Venezuela no fue reconocida por Paraguay, Argentina y Brasil, que consideran que la presidencia está vacante y no debe recaer en el país caribeño.
Paraguay argumenta que Venezuela dio ese paso de forma unilateral y sin el consenso del resto de miembros, y que el Gobierno de Nicolás Maduro no reúne los requisitos democráticos para presidir el bloque.
La crisis subió de tono el pasado miércoles tras las declaraciones de Maduro, quien llamó a los venezolanos a “cerrar filas” ante la persecución de la “triple alianza de torturadores de Suramérica”, en referencia a los gobiernos de los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; de Brasil, Michel Temer (interino), y de Paraguay, Horacio Cartes.
Paraguay transmitió el jueves a Venezuela su rechazo a esas declaraciones, que calificó de “ofensivas”, y hoy llamó a consultas a su embajador en Venezuela, Enrique Jara.
Con información de La Patilla