Joe Biden, presidente de EEUU, se reunió con miembros moderados y progresistas de su partido para intentar unirlos y aprobar en los próximos días en el Congreso buena parte de su agenda económica.
El Político
Biden conversó primero con los líderes de las mayorías demócratas en el Senado, Chuck Shumer, y en la Cámara Baja, Nancy Pelosi.
Y posteriormente recibió en la Casa Blanca a miembros de la facción moderada, entre los que figuraban los senadores Joe Manchin de Virginia Occidental y Kyrsten Sinema de Arizona, reportó Swiss Info.
Biden busca aprobación
El mandatario, que pasó 36 años en el Congreso y conoce bien sus dinámicas, tenía previsto conversar a última hora del día con los legisladores más progresistas del partido, como Pramila Jayapal, presidenta del Caucus Progresista.
Las reuniones se celebran solo cinco días antes del voto previsto en la Cámara de Representantes sobre un paquete valorado en 1 billón de dólares que ya fue aprobado por el Senado y cuyo objetivo es reconstruir las infraestructuras del país, es decir, puentes, puertos y carreteras.
Hace un mes, Pelosi se comprometió a someter a voto esa ley el 27 de septiembre, pero la tensión entre moderados y progresistas es tal que no está claro que vaya a ser aprobada.
Biden media entre demócratas
Pese a que los demócratas cuentan con la mayoría de la Cámara de Representantes, apenas tienen margen porque solo ocho escaños les separan de los republicanos.
El ala más progresista ha amenazado con votar en contra de ese proyecto si no se aprueba al mismo tiempo un paquete de gasto social de 3,5 billones de dólares, que incrementaría los impuestos para los más ricos y las empresas con el objetivo de expandir la cobertura sanitaria, luchar contra la pobreza e implementar medidas contra la crisis climática.
Ni la Casa Blanca ni los demócratas han informado sobre el contenido de los encuentros, aunque Schumer dijo a la prensa que han logrado "algún buen progreso. No voy a hablar sobre los detalles. Estamos avanzando".
Pelosi centro de discusión
Pelosi fue preguntada por varios periodistas sobre si seguirá adelante con su plan para someter a voto el 27 de septiembre la ley de infraestructuras.
"Estamos tranquilos y todo el mundo está bien. Y nuestro trabajo casi está terminado", se limitó a responder Pelosi, sin dar detalles sobre sus planes.
Esta tensión entre los demócratas se produce cuando el Congreso se enfrenta a dos misiones muy importantes: aprobar una ley para evitar un cierre de la Administración gubernamental por falta de fondos a partir del 1 de octubre y llegar a otro acuerdo sobre el límite de endeudamiento de EE.UU., que podría entrar en suspensión de pagos de la deuda nacional en octubre.