El papa Francisco proclamó santos en una ceremonia en Fátima a los dos hermanos pastorcillos, Jacinta y Francisco, que junto con su prima Lucía presenciaron las apariciones de la Virgen hace 100 años, y a ella suplicó "esperanza y paz para la humanidad".
Ante medio millón de personas que se congregaron en la explanada del santuario en una jornada soleada, Francisco presidió la misa para canonizar a los dos primeros niños, murieron con 9 y 10 años, que subieron a los altares de la Iglesia por un milagro y no al ser considerados "mártires".
En esta ceremonia de canonización, la primera que se celebra en Portugal, Francisco proclamó santos a los dos pastorcillos con la tradicional fórmula, pero esta vez de manera excepcional la leyó en portugués y no en latín.
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Los cientos de miles de fieles que se congregaron hoy en la explanada recibieron esta proclamación con un fuerte aplauso.
Durante la procesión que abrió la ceremonia, las reliquias de Francisco y Jacinta, que murieron con 9 y 10 años, se colocaron junto al altar con la imagen de la Virgen.
El milagro por su intercesión que fue aprobado para poder ser santos es la curación de un niño brasileño, Luca Baptista, que sufrió una grave lesión cerebral al caer por una ventana en marzo de 2013, cuando tenía 5 años.
El niño, junto con su hermana y sus padres, João Baptista y Lucila Yuri, llevó las ofrendas en la misa y recibió un abrazo del pontífice.
También exhortó a una "movilización general contra esa indiferencia que nos enfría el corazón y agrava nuestra miopía".
"No queremos ser una esperanza abortada. La vida sólo puede sobrevivir gracias a la generosidad de otra vida", subrayó.
Según Jorge Bergoglio, aunque "advirtiéndonos sobre el peligro del infierno al que nos lleva una vida -a menudo propuesta e impuesta- sin Dios y que profana a Dios", lo que hizo con sus apariciones la Virgen fue "recordarnos la Luz de Dios".
"Queridos Peregrinos, tenemos una Madre. Aferrándonos a ella como hijos, vivamos de la esperanza que se apoya en Jesús", agregó.
El papa pidió a los católicos que descubran "de nuevo el rostro joven y hermoso de la Iglesia, que resplandece cuando es misionera, acogedora, libre, pobre de medios y rica de amor".
A la misa acudieron además de las autoridades portuguesas, los Jefes de Estado de Paraguay, Horacio Cartes, y de Santo Tomé y Príncipe, Evaristo do Espírito Santo Carvalho.
Al concluir la ceremonia, Francisco leyó un mensaje a los enfermos en el que les dijo que son "un tesoro valioso para la Iglesia".
De esta manera, el papa argentino concluyó su visita de 24 horas a Fátima, y tras almorzar con los obispos en la Casa de Nuestra Señora del Carmen, donde se alojaba, regresará a Roma.
Fuente: EFE