El papa Francisco instó a los fieles católicos a llevar consigo siempre la Biblia, como se lleva el teléfono móvil, para poder leerla más a menudo y meditar sobre su contenido.
"Por favor, no olvidéis, no olvidéis, qué sucedería si tratáramos la Biblia como tratamos a nuestro teléfono móvil, pensad en esto: la Biblia siempre con nosotros", dijo el papa al final del tradicional rezo del Ángelus ante numerosos fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
El pontífice planteó esa comparación ya antes del rezo al recordar que durante los cuarenta días del periodo cuaresmal, que comenzó el pasado 1 de marzo y terminará el 13 de abril, los cristianos tienen que "afrontar el combate espiritual contra el Maligno con la fuerza de la Palabra de Dios".
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"Por eso es necesario adquirir confianza con la Biblia: leerla a menudo, meditarla, asimilarla", agregó.
Y recordó que se ha comparado el uso que debería darse a la Biblia con el empleo de los teléfonos móviles: "Alguno ha dicho, ¿qué pasaría si tratásemos la Biblia como tratamos a nuestro teléfono celular?".
"Si la lleváramos siempre con nosotros, si regresáramos cuando la olvidásemos, si la abriéramos varias veces al día (…) Claramente la comparación es paradójica, pero invita a reflexionar", agregó.
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Jorge Bergoglio tiene previsto partir hoy en autobús desde el Vaticano a las 16.00 hora local (15.00 GMT) con destino a Ariccia, a unos 30 kilómetros al sureste de Roma, para seguir unos ejercicios espirituales sobre el tema de la "Pasión, muerte y resurrección de Jesús según san Mateo".
Ariccia es una pequeña localidad situada entre los lagos Albano y Nemi, de poco más de 18.000 habitantes y que, asentada entre colinas y alejada de la bulliciosa capital italiana y de la concurrida Santa Sede, constituye un lugar propicio para la meditación.
Los ejercicios espirituales en los que el papa estará acompañado por miembros de la Curia consistirán en meditaciones diarias guiadas por el franciscano Giulio Michelini, informó Radio Vaticana.
Con información de EFE