Panamá anunció medidas contra la inmigración ilegal. El país, que atraviesa una crisis por la llegada de indocumentados a través de su frontera sur, informó que aumentará el número de deportaciones.
El Político
La nación centroamericana, punto de llegada de miles de personas que cruzan el peligroso Tapón del Darién, dará prioridad a su política de expulsión de ciudadanos irregulares que tengan antecedentes penales.
Los extranjeros serán repatriados a través de vuelos del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), uno de los componentes de las Fuerzas Armadas panameñas.
Por disposición de Instituto de Inmigración de Panamá, también se eliminarán los puntos de control que se encuentran instalados en las comunidades de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo.
Ambas localidades reciben entre 3.000 y 4.000 indocumentados por día. Según las autoridades, el arribo masivo de inmigrantes ha ocasionado problemas ambientales y de seguridad en ambos poblados.
Con la finalidad de reducir la entrada de irregulares, la nación centroamericana también incrementó de 500 a 1.000 dólares el umbral de dinero que debe disponer un extranjero, cuando desea entrar al país en condición de turista.
Asimismo, el Instituto de Inmigración ha decidido rebajar de 90 a 15 días el tiempo de permanencia que se concede a los visitantes que llegan al país.
Samira Gozaine, directora de esa agencia gubernamental, explicó que la medida no será aplicable a todas las personas ni todas las nacionalidades.
La funcionaria no detalló, empero, cuál sería el perfil de los extranjeros que podrán estar en Panamá por más de dos semanas.