El 2023 fue un año bastante difícil para la migración mundial. Entre las estadísticas se encuentra un lugar sombrío como el mismo infierno, de nombre "El Tapón de Darien", una selva que se adentra en Panamá y ha sido utilizada por millones de personas de diferentes personalidades para ir hacia Estados Unidos.
El Político
Aunque parecía imposible de superar, nueva información revela que este nuevo año amenaza con superar las estadísticas del año pasado, con muchos más migrantes cruzando, a pesar de las consecuencias y el cambio de normas en la administración de Biden.
El ministro de Seguridad de Panamá, Juan Manuel Pino, ha expresado al medio Voz de América en una entrevista exclusiva su preocupación ante el aumento previsto en el número de migrantes que cruzarán la selva del Darién, frontera con Colombia, durante el año 2024.
Según Pino, basándose en análisis del gabinete de Seguridad de Panamá sobre problemas sociales, económicos, políticos y de seguridad en la región, se anticipa que la cifra de migrantes irregulares superará la registrada en 2023.
En lo que va del año, más de 54,000 personas, principalmente de Venezuela, Ecuador, Haití, China y Colombia, han cruzado la selva. El año pasado, Panamá experimentó un récord de más de medio millón de migrantes irregulares que atravesaron el Tapón del Darién con el objetivo de continuar su viaje hacia Estados Unidos y Canadá.
El ministro Pino señaló que la migración plantea un desafío tanto humanitario como de seguridad nacional, ya que detrás de este fenómeno está involucrado el crimen organizado. Solo en el año pasado, las organizaciones criminales que facilitan el cruce por la selva del Darién ganaron aproximadamente 820 millones de dólares.
Para contrarrestar este problema, Panamá ha fortalecido la campaña "Escudo" con más personal terrestre, naval y aéreo, prolongando su duración hasta julio de este año. Esta medida busca bloquear las rutas utilizadas por las redes criminales.
Lamentablemente, el jueves se reportó la muerte de al menos cuatro migrantes afganos en un naufragio en la costa caribeña de Panamá. Pino condenó la indiferencia ante estos incidentes y destacó la peligrosidad de la selva del Darién, insistiendo en que no es una ruta, sino una zona protegida.
El ministro instó a detener la migración irregular y subrayó la importancia de la conciencia sobre los peligros que enfrentan los migrantes, especialmente mujeres y niños.
En este contexto, los obispos de Panamá, Costa Rica y Colombia se reunirán en marzo para abordar la crisis migratoria en la región del Darién, coordinando acciones y buscando concienciar sobre la situación de los migrantes.