El pasado martes (25.05.2022) nos sorprendió una noticia que dio escalofrió y recorrió de inmediato los noticieros del mundo. Diez y nueve niños de una escuela primaria (Elementary School ) fueron aniquilados bajo las balas surgidas del implacable fusil semiautomático AR-15. Disparadas con precisión sobre los niños y maestros que en ese momento se encontraban en el aula.
Juan José Monsant/ El Político
También fueron asesinadas dos jóvenes maestras. Dos días después, luego de depositar flores en la tumba de su amada, falleció Joe García de un ataque al corazón. El esposo de Irma García profesora de cuarto grado caída en cumplimiento de sus funciones. Joe murió por desconcierto, pena y amor. Fue bueno si fue por amor, ¿para qué vivir sin él?
Murió como María Grever, la joven cantante y compositora mexicana, quien también murió de amor; o como Alfonsina Storni que se diluyó en las frías aguas del Atlántico argentino.
La escuela queda en una pequeña villa de nombre Uvalde en Texas, a pocos kilómetros de la frontera con México. El tirador un joven perturbado del alma, de origen latino por demás señas, surgido de un ambiente familiar tóxico y disfuncional.
Con un AR-15
Salvador Ramos, así se llamaba el atormentado joven, quien al día siguiente de cumplir 18 años, se fue a una armería tejana adquirió el fusil (un AR-15) y 300 municiones. Una semana después discutió con su abuela y le descargó un disparo en la cara. De allí se fue directo a la Robb Elementary School, de la villa de Uvalde. Lo que siguió fue un obituario colectivo.
El AR-15 es el mismo fusil de asalto que empleó Nicolas Cruz para entrar en el liceo de Parkland en Florida y asesinar a más de 15 estudiantes (tampoco fue detenido a tiempo). De nuevo, como en Uvalde, la policía falló en su acción.
Los entendidos afirman que el AR-15 es tan letal que sus balas pueden atravesar un chaleco antibalas. Es como el kalashnikov AK-47.
El AK-47 es todo un símbolo por su efectividad, el arma preferida de los movimientos subversivos. En Venezuela, el desquiciado Hugo Chávez firmó con Putin (otro desquiciado a la imagen de Nerón) un acuerdo para instalar una fábrica de estos fusiles rusos creados en la época soviética, y una fábrica de municiones de esta emblemática arma. La fábrica de municiones explotó a medianoche hace ya algunos años. No se supo por qué, y la de fusiles nunca llegó a funcionar.
Derecho Constitucional
La segunda enmienda de la Constitución de los Estados Unidos aprobada el 15 de septiembre de 1791 dispone que:
“Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado Libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”.
La guerra de independencia finalizó en 1781 con la Batalla de Yorktown en el estado de Virginia. Cuando George Washington y sus aliados franceses derrotaron a las tropas británicas al mando de Lord Charles Cornwallis. Se selló con el Tratado de París firmado en el mes de septiembre de 1783.
En realidad, al carecer de fuerzas armadas regulares de parte de los independentistas, en cada una de las 13 colonias se fueron generando milicias para enfrentar a las fuerzas británicas. Hasta que se fue conformando la unidad de mando para organizar y coordinar la lucha.
De allí surgió la segunda enmienda constitucional, que no ha sido tocada desde entonces. Se quedó anclada en el pasado y en una circunstancia determinada para la cual fue creada.
Solo una ley federal, surgida de la interpretación de la Suprema Corte, podría poner las cosas en su sitio. Mas no se hace por los grandes intereses económicos y la acción de lobistas agrupados en la poderosa Asociación Nacional del Rifle.
La cual, a su vez, es la mayor financista de las campañas electorales del Partido Republicano, cuyos legisladores no permiten regulación alguna en la venta y porte de armas.
Mientras, el país sucumbe ante la violencia desenfrenada e inconsciente de una idiosincrasia que se perpetúa en la frialdad de la muerte.