Una familia palestina del barrio de Silwán, en Jerusalén Este, derribó hoy su propia vivienda, después de que la alcaldía de la ciudad le instara a hacerlo por carecer de los permisos de construcción necesarios, según la agencia Maan.
Los Qarrain aseguran que recibieron una orden para que llevaran a cabo la demolición ellos mismos en un plazo de dos semanas o, de lo contrario, se encargarían de ello las autoridades, aunque cobrando a la familia los costes del derribo.
La municipalidad no respondió a las preguntas de Efe sobre el caso.
Según la agencia palestina Maan, la casa había sido construida hacía siete años.
La comunidad árabe de Jerusalén Este, la parte de la ciudad ocupada por Israel desde 1967, ha denunciado en numerosas ocasiones que las viviendas son levantadas de forma ilegal porque el Estado no concede los permisos necesarios para construir en las poblaciones árabes y poder expandirse para satisfacer la demanda.
De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), 2016 fue el año con mayor número de demoliciones israelíes en los territorios ocupados en los últimos siete ejercicios, con 1.089 derribos de propiedades palestinas que provocaron, al menos, 1.593 desplazados y afectaron los medios de subsistencia de 7.101 personas.
EFE