El proceso de negociación tendrá un nuevo capítulo durante el próximo fin de semana en Arabia Saudí, donde se cruzarán Martín Guzmán y la nueva jefa del organismo con sede en Washington, Kristalina Georgieva, en el marco de la reunión de ministros de Finanzas del G20. Guzmán estableció un calendario que marca la segunda semana de marzo como límite para una oferta argentina a los acreedores.
El Político
Argentina ha obtenido un contundente respaldo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su estrategia negociadora con los acreedores externos. En el cierre de una visita de una semana en Buenos Aires, la misión técnica del organismo emitió un comunicado en el que pide a los tenedores privados de bonos argentinos que acepten una "quita apreciable" de la deuda, a la que consideró "no sostenible" y por lo tanto impagable, tal como sostiene el Gobierno de Alberto Fernández. Los acreedores pueden esperar ahora una negociación más dura de lo que tenían en su hoja de ruta.
El comunicado, inesperado, cumple con las expectativas de Fernández, que desde incluso antes de asumir el poder, el pasado 10 de diciembre, ya advertía de que para superar la crisis no sería suficiente un cronograma de vencimientos que no contemplase también una quita de capital e intereses. El FMI pide ahora “una operación de deuda definitiva”: una reestructuración completa que permita, de una vez y para siempre, equilibrar las cuentas públicas del país sudamericano y volver sustentable cualquier plan de pagos que acuerde.
"Celebro que el FMI reconozca la posición argentina respecto de los procesos de endeudamiento", escribió el presidente argentino en Twitter. "Si todas las partes demuestran voluntad de acordar, podremos volver a crecer, honraremos nuestros compromisos y volveremos a tener una Argentina de pie".
El presidente destacó el mensaje que emitió el Fondo Monetario sobre la deuda pública argentina: «No es sostenible», dijo la entidad.
«Hoy nos despertamos todos con que el que nos dio la razón es el FMI y que no era mentira lo que decíamos. Por primera vez en la historia el Fondo hace semejante reconocimiento», dijo Fernández al participar este mediodía de la inauguración de una planta productora de medicamentos biológicos de la empresa mAbxience en Garín, partido bonaerense de Escobar.
Ayer, al finalizar la misión técnica del organismo para la revisión de las
«Nos acusaban de populistas e irresponsables pero resulta que hoy nos despertamos todos con que el que nos dio la razón es el FMI, que no era mentira lo que decíamos y que, si se plantea seria y sensatamente cómo enfrentar las cosas, hasta el FMI puede darnos la razón», consideró hoy el Presidente.
En ese marco, agregó que, «por primera vez en la historia, el Fondo promueve semejante reconocimiento y, por primera vez, le dijimos que nos dejen hacer el plan de salida a nosotros y fue aceptado».
«Ya viví una experiencia parecida con Roberto Lavagna en 2003 y podemos hacerlo otra vez», resaltó Fernández ante la presencia del ex ministro de Economía en el acto, a quien saludó personalmente en un salón VIP antes de que se iniciaran los discursos.
Acompañaron al Presidente en el acto de inauguración el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; los ministros de Salud, Ginés González García; de Interior, Eduardo de Pedro; de Educación, Nicolás Trotta; de Ciencia, Roberto Salvarezza; el intendente local, Ariel Sujarchuk; y Hugo Sigman, CEO del Grupo Insud al que pertenece mAbxience, entre otros.
También estuvieron el designado embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín; y José Urtubey, uno de los referentes de la UIA.
Fernández debe renegociar con los bonistas unos 100.000 millones de dólares. El FMI no hizo mención a su propio préstamo de 57.000 millones de dólares que tiene vigente con Argentina desde el rescate de 2018, de los cuales ya han sido entregados 44.000 millones. Los pagos se suspendieron a finales del año pasado, cuando se hizo evidente que el Gobierno de Mauricio Macri no podría cumplir con el cronograma de devoluciones acordado. La expresidenta y actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, reclamó semanas atrás al FMI que contemple una quita de capital del salvataje financiero que dio a Macri por considerar que el dinero se utilizó para financiar la fuga de capitales. El FMI recordó entonces que una medida semejante está prohibida en sus estatutos.
El comunicado de este miércoles, sin embargo, ha dado un balón de oxígeno inesperado a Fernández y a su ministro de Economía, Martín Guzmán, porque el éxito de cualquier negociación de deuda con los bonistas privados se hace más fácil si tiene el apoyo del Fondo. En el texto, firmado por el equipo dirigido por Julie Kosack, subdirectora para Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de misión para Argentina, el Fondo desanda los resultados de su informe del año pasado, cuando consideró que la deuda pública argentina era “sostenible, pero no con una alta probabilidad”. Los riesgos que el organismo vio entonces ahora “se han materializado”.
“Específicamente, nuestra visión es que el superávit primario que se necesitaría para reducir la deuda pública, las necesidades de financiamiento bruto (…) y un crecimiento del producto satisfactorio no son económicamente ni políticamente factibles”, dijo el Fondo. Como única salida, los técnicos ven una “contribución apreciable de los acreedores privados”. “El FMI hizo hincapié en la importancia de continuar un proceso colaborativo con los acreedores privados para maximizar su participación en la eventual operación de deuda”, continúa el texto.