Un barón de la cocaína desea “trabajar” con la justicia. Esa es la conclusión que se desprende de la carta remitida, este martes, por Dairo Antonio Úsuga, el narcotraficante al que el mundo conoce como alias “Otoniel”.
El Político
El jefe narco, uno de los más violentos de toda Colombia después de Pablo Escobar, se dirigió al presidente Gustavo Petro. Mediante una carta, manifestó su deseo “de colaborar con la justicia (…) para que la sociedad colombiana sepa la verdad del conflicto armado”.
Según el escrito, redactado por el propio “Otoniel” desde el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, el líder del denominado Clan del Golfo quiere aportar información esencial para “reparar a las víctimas” y “contribuir con el cambio”.
“Por eso reitero, mi colaboración con la Corte Suprema de Justicia (…) para que, por medio de la verdad, pueda redimir y buscar el perdón por mi accionar”, se puede leer en la misiva.
La aparente buena voluntad del capo se conoció tras su condena a 45 años de prisión. La sentencia, dictada este martes, cumplió con la petición hecha por fiscales del estado de Nueva York.
De acuerdo con esos juristas, Dairo Antonio, extraditado de Colombia a Estados Unidos en mayo de 2022, fue un destacado líder “terrorista y paramilitar” durante unas dos décadas.
Los fiscales subrayaron que, aunque tuvo la oportunidad de acogerse a un proceso de desmovilización y pacificación adelantado por el Gobierno de Colombia, alias “Otoniel” prefirió la vida delictiva.
"Ordenó el asesinato, secuestro y tortura de rivales; así como de individuos que creía que cooperaban con las fuerzas del orden", resaltaron los representantes de la Fiscalía de Brooklyn.
Un empresario criminal
De origen campesino, Dairo Antonio Úsuga David se movió, muy convenientemente, desde la extrema izquierda hasta la derecha más radical. Aunque inició su carrera criminal como guerrillero, con el paso del tiempo, encontró estabilidad, poder y lucro en las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Tras la neutralización de las AUC, gracias al plan de paz adelantado durante el primer gobierno de Álvaro Uribe, alias “Otoniel” pasó a comandar el Clan del Golfo, un grupo armado narcoparamilitar al que también se conoció como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
Como cabeza de las AGC, Dairo Antonio logró enviar, al territorio de Estados Unidos, más de 96 toneladas de cocaína. Por ello, luego de su captura en 2021 y su posterior extradición, la justicia de la Unión Americana le imputó los delitos de empresa criminal continuada, conspiración para manufacturar y distribuir cocaína y conspiración marítima para tráfico de drogas.
Por tener 51 años de edad, los 45 años de cárcel que ahora pesan sobre sus hombros podrían llevarle a pasar el resto de su vida detrás de los barrotes.