La mayoría de los diputados de la oposición venezolana respaldaron en el Parlamento el proceso de diálogo abierto con el Gobierno, al que los propios delegados opositores para estas negociaciones que se oficializarán esta semana en República Dominicana no concede “ninguna credibilidad”. EFE
En una sesión en la que solo participaron como es costumbre diputados opositores, el Parlamento respaldó con el voto positivo de 82 legisladores “el proceso de negociación”, que fue rechazado únicamente por tres diputados antichavistas al considerar que las conversaciones no tienen suficiente respaldo entre la sociedad civil.
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La moción adoptada por esta Cámara de mayoría opositora estableció entre las prioridades en la negociación demandar al Gobierno la apertura de un canal humanitario para paliar la escasez y la carestía de alimentos y medicinas y pedir la libertad de “presos políticos”.
Las otras dos exigencias centrales serán la renovación de un Consejo Electoral al que acusan de haber manipulado las dos últimas elecciones celebradas en Venezuela y el desmantelamiento de la plenipotenciaria Asamblea Nacional Constituyente instaurada en agosto por el oficialismo.
En los cálculos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a los partidos mayoritarios de la oposición venezolana y acudirá a las reuniones del 1 y el 2 de diciembre en Santo Domingo con el Gobierno, este cambio en la autoridad electoral es la única forma de concurrir con garantías a los comicios presidenciales de 2018.
La MUD era hasta ahora el bloque opositor único en el Parlamento venezolano, que ha asistido este mes al nacimiento de otra fracción antichavista con la formación del grupo “16 de julio”, que encabezan los partidos de la exdiputada María Corina Machado y del exalcalde de Caracas exiliado en España Antonio Ledezma.
La fracción “16 de julio” -a la que pertenecen los 3 diputados que hoy votaron contra la negociación- ha exigido la liberación de lo que considera “presos políticos” y la eliminación de la Asamblea Nacional Constituyente como precondiciones necesarias para sentarse a un nuevo diálogo con el Gobierno.
“Creemos que con este régimen no hay nada que hablar sobre todo si antes no hay demostraciones claras, fehacientes de buena voluntad y de acatamiento a la voluntad popular que exige cambio político inmediato“, señaló el diputado Biagio Pilieri, uno de los que han votado “no” a la presente ronda de conversaciones.
La MUD presentó este lunes a su delegación para las conversaciones con el Gobierno, que ya han comenzado y se oficializarán el viernes y el sábado en la República Dominicana.
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La delegación estará encabezada por el presidente del Parlamento, Julio Borges, y en ella estarán representados los cuatro grandes partidos de la MUD: Primero Justicia, del propio Borges y de Henrique Capriles; Acción Democrática de Henry Ramos Allup; Un Nuevo Tiempo de Manuel Rosales y Voluntad Popular de Leopoldo López.
El grupo incluirá además a abogados, intelectuales, sindicalistas, miembros de la patronal y otros emisarios de actores sociales venezolanos con los que la MUD ha consultado su posición ante el diálogo.
También en la sesión de hoy, la mayoría opositora en el Parlamento ha expresado por unanimidad su apoyo a la iniciativa de las organizaciones productivas del país para solicitar cooperación internacional en la recuperación de la producción agrícola.
Durante este 2017, los productores venezolanos solo pudieron generar el 30 % del consumo nacional requerido por la economía de la nación petrolera, que atraviesa una grave crisis humanitaria y está sumida en la hiperinflación.
La iniciativa surge de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) y de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), dos de las industrias más afectadas por la dramática caída de la producción experimentada por el país caribeño desde el inicio de la Revolución Bolivariana en 1999.