Cuando Donald Trump dijo el año pasado que había una crisis en la frontera sur de Estados Unidos, sus palabras causaron conmoción.
Por Redacción El Político
Ahora, seis meses después, los pronunciamientos del presidente causan nuevamente escepticismo por más que la situación en la frontera se haya deteriorado. Legisladores de ambos partidos coinciden en que hay una emergencia humanitaria y que las autoridades y las organizaciones sin fines de lucro no están en condiciones de procesar decenas de miles de familias centroamericanas que buscan refugio en Estados Unidos.
"La situación actual en la frontera sur presenta una crisis de seguridad fronteriza y humanitaria que amenaza los intereses centrales de seguridad nacional y constituye una emergencia nacional" dijo Trump en un comunicado emitido por la Casa Blanca.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de EE. UU. Participó en más de 100,000 acciones de control de la frontera en marzo, la mayor cantidad durante un mes en más de una década.
Un número insostenible de familias y niños extranjeros está llegando a la frontera; estos migrantes no pueden ser eliminados rápidamente y requieren cuidados y recursos extensos.
Por su parte, el Secretario de Seguridad Nacional ha ordenado a las agencias de inmigración que devuelvan el mayor número posible de extranjeros cada día a México para esperar los procedimientos de inmigración.
El Congreso debe actuar de inmediato para reparar el sistema de inmigración defectuoso y abordar las causas fundamentales de la crisis en nuestra frontera, destacó la Casa Blanca.
Fuente: White House