Tras salida de EEUU de Afganistán alguien ocupará dicho espacio, y ese alguien puede ser el mayor competidor actual de EEUU: China. De hecho, ya ha comenzado a dar pasos en esa dirección.
El Político
Tal vez el interés de China se deba a que Afganistán es un país con un subsuelo muy rico en minerales, y en especial en alguno de ellos como el litio, cobre, oro y las llamadas tierras raras.
Todo esto lo convierte en un posible punto estratégico.
El gran hándicap para que empresas mineras se decidan a explotar los diferentes yacimientos son la falta de seguridad y, en mayor medida, la ausencia total de infraestructuras, especialmente ferroviarias.
Pasos de la compañía minera china
Pero a pesar de todo China ya ha dado un paso, y desde hace unos años una compañía minera China ha realizado una enorme inversión para obtener la concesión de varias explotaciones cercanas a Kabul.
El gigante asiático por el carácter autoritario de su forma de gobierno no tiene la dependencia que tienen las potencias occidentales de la opinión pública.
Por ello sus gobernantes se sienten mucho más libres en sus decisiones.
Una progresiva entrada en Afganistán a pesar de las deficiencias de seguridad es un escenario más que probable, y dichas deficiencias serian mitigadas a golpe de talonario como se está haciendo ahora o bien de un modo más explícito y con menos cortapisas de las que ha tenido EEUU y sus aliados si fuera necesario.
Soporte financiero
El Gobierno de Kabul necesita soporte financiero y ayuda de todo tipo, y una potencia como China puede jugar con esa necesidad para lograr interesantes y rentables contraprestaciones.
El principal problema como se ha mencionado son las infraestructuras. Conseguir las concesiones y explotar el subsuelo afgano puede ser la parte fácil de la tarea.
Pero sacar las materias obtenidas es otro asunto más complejo.
La orografía del país hace extremadamente complicado el establecimiento de una red ferroviaria, método más económico, rápido y eficaz para el transporte de mercancías, y la red de carreteras es también casi inexistente.
Los pocos tramos de ferrocarril que se han proyectado han revelado un costo desmedido.
Sólo la zona sur del país presenta un terreno relativamente llano que permitiría el desarrollo de este tipo de infraestructuras a un coste más asumible. Y esto es lo realmente interesante.
Petróleo del siglo XXI
Es precisamente en esa zona del país donde se encuentran los yacimientos de lo que podemos considerar el petróleo del siglo XXI: las tierras raras.
Elementos fundamentales para la fabricación de componentes electrónicos presentes en todos los dispositivos de uso común hoy día de la industria armamentística.
Actualmente China acapara más del 90% de los yacimientos mundiales de dichos elementos, por lo que mantener esa posición dominante le proporciona una evidente ventaja estratégica.
También hay estudios e indicios que indican que en esa zona del país pueden localizarse importantes yacimientos de uranio.
Sólo la zona sur del país presenta un terreno relativamente llano que permitiría el desarrollo de este tipo de infraestructuras a un coste más asumible. Y esto es lo realmente interesante.
Es precisamente en esa zona del país donde se encuentran los yacimientos de lo que podemos considerar el petróleo del siglo XXI: las tierras raras.
Elementos fundamentales para la fabricación de componentes electrónicos presentes en todos los dispositivos de uso común hoy día de la industria armamentística.
Salida definitiva de las tropas estadounidenses
Cuando se cumple casi un año de la firma de los acuerdos de Doha, Biden anunció la salida definitiva de las tropas estadounidenses de Afganistán.
En ese sentido, puso como fecha límite, con todo el simbolismo que ello conlleva, el 11 de septiembre este año, lo cual significará irremediablemente la retirada del resto de fuerzas internacionales del país.
El presidente Biden no hace sino cumplir lo firmado por su antecesor Donald Trump casi un año y medio más tarde de lo acordado.
Aun así, en los primeros momentos de su mandato, el actual presidente norteamericano mostró cierta reticencia a hacer efectivo el acuerdo.
Sin embargo, después de sopesar pros y contras parece haber llegado a la misma conclusión que el denostado Trump: es el momento de terminar con la guerra más larga que jamás ha luchado Estados Unidos.
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