El sábado se filtró una conversación privada de Barack Obama donde criticaba duramente la estrategia que ha seguido Trump para combatir el coronavirus. "Es un desastre absolutamente caótico", dijo el expresidente.
El Político
Estas declaraciones han molestado muchísimo a Donald Trump, que lanzó una batería de tweets desacreditando a Obama e implicándolo en una trama para que el multimillonario no llegase a la Casa Blanca: el Obamagate.
La historia que lleva a esta acusación empieza durante la campaña electoral de 2016, cuando se detectaron ataques cibernéticos de Rusia al Partido Demócrata de Hillary Clinton. Este hecho hizo sospechar que su rival, Donald Trump, pudo estar colaborando con Rusia para conseguir llegar a la Casa Blanca.
Poco después de ganar las elecciones, Trump nombró a Michael Flynn como su asesor de seguridad, y pronto se filtró que este había tenido reuniones con el embajador de Rusia en EE.UU. antes de las elecciones presidenciales. Al ser preguntado por ello, Flynn mintió y tuvo que dimitir de sus cargos, además de ser detenido y puesto a disposición de la justicia.
La semana pasada el exasesor de seguridad de Trump fue absuelto de todos los cargos y ahora, a través de su abogado, ha decidido adoptar una estrategia distinta: acusa a Obama de haber colaborado con el FBI para atraparlo y denigrar la imagen de Donald Trump.
Flynn señala que los agentes del FBI no le informaron de que estaba siendo investigado cuando le tomaron declaración, por lo que vulneraron sus derechos: "Estos agentes planearon entre ellos cómo no avisarle, incluso si él era la persona investigada", dijo este domingo su abogado a FoxNews.
Con este nuevo giro, Trump y los medios afines a su discurso, como Fox, han decidido abrir el melón del Obamagate, asegurando que el expresidente colaboró con los servicios de inteligencia para dar caza a Flynn y relacionar a Trump con Rusia.
Fuente: Catalunyapress