El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, puso en duda si finalmente se reunirá en Laos con su homólogo filipino, Rodrigo Duterte, como estaba previsto, y aseguró que ha pedido a su equipo que analice si es el momento de mantener "conversaciones constructivas".
"Lo que he hecho es pedir a mi equipo que hable con la parte filipina para descubrir si se trata de un momento en el que podemos mantener conversaciones constructivas", subrayó hoy Obama en una rueda de prensa al término de la cumbre del G20 en Hangzhou (este de China).
Obama, que calificó a Duterte de "extravagante", hacía estas declaraciones después de que el líder filipino advirtiera al presidente de EE.UU. para que, si se veían en Laos esta semana, no mencionara la cuestión de su controvertida campaña antidrogas, por la que han muerto más de 2.000 personas desde junio.
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Con información de EFE