El Político.-La inflación en Venezuela es uno de los males que más aqueja a sus habitantes. No hay aumento de sueldo que logre equiparar lo que se debe gastar en insumos básicos entre alimentos e higiene personal. Aunque la economía del país se maneja en bolívares, todos los rubros son importados, por lo que sus precios se reflejan el valor de divisas extranjeras.
El círculo vicioso que golpea al pueblo venezolano, ha sido hasta ahora indetenible. Los empresarios se ven también de manos atadas, mientras que el régimen sigue llenando sus bolsillos y no precisamente de billetes con la cara del Libertador de Venezuela.
Cada vez que un nuevo precio sale a la luz, los bolsillos sufren un “infarto”. Los sueldos de los trabajadores alcanzan a duras penas para comprar comida. La situación no parece mejorar, ya que el nuevo precio de los detergentes para lavar ropa en pasta o en polvo subieron considerablemente sus precios de venta, un golpe fuerte a la economía del venezolano común.
Las presentaciones de kilo de jabón en polvo aumentó de 112 mil bolívares a 170 mil. En tres semanas el alza significó 58 mil bolívares más, reseñó el diario La Verdad.
La panela o pasta de jabón subió de 50 mil bolívares a 72 mil. Cerca de 50 por ciento. Para las presentaciones líquidas la inflación continuó marcando su poder y presencia. El litro de 40 mililitros trepó a 70 mil bolívares. Más de la mitad de precio anterior.
Y es que es indiferente que se comercialice en una cadena de supermercados o de un local particular, el dinero no alcanza y el venezolano tiene prioridades.