El gasoducto Nord Stream 2 vuelve a saltar a la palestra. Ahora debido a que el Gobierno Alemán, su principal cliente, suspendió el proceso de certificación para otorgarle la licencia de operación.
El Político
Con una extensión de 1.224 kilómetros por el fondo del Mar Báltico hasta las costas norte del norte de Alemania, es la esperanza de Putin. No sólo para dotar de gas a Europa, sino y fundamentalmente para colocar a todo el continente a depender energéticamente del gigante ruso. Con un costo de alrededor de los 2. 500 millones de dólares, el gasoducto Nord Stream 2 es propiedad de la empresa rusa “Gazprom” .
Paralelamente el gobierno ruso obtiene ventajas geopolíticas, al descartar a Ucrania, con la que mantiene una férrea controversia, como país de paso de gas, que es hasta ahora el más importante.
El Nord Stream 2 es tanto o más valioso en estos instantes por la tensión diplomática entre Alemania , la Unión Europea y Rusia. Por la presencia de migrantes ilegales en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. A los que todos consideran impulsados por Rusia y su títere el dictador Lukashenko de Bielorrusia.
Nord Stream 2 pendiente de Alemania
Las obras del gasoducto concluyeron en septiembre, pero Alemania suspendió el proceso de certificación para que obtenga la licencia. Aduce para ello que el operador no está constituido bajo legislación alemana, sino en Suiza.
Es un duro golpe para la empresa. Pero al mismo tiempo lo es para los consumidores europeos, por el aumento de los precios del gas, cercano como está el duro invierno.
Así se mantiene la situación. Los alemanes negando las licencias. Mientras los rusos sostienen que no pueden bajar los precios del gas hasta que consigan introducir el gasoducto hasta Alemania.
Como en toda confrontación económica una de las partes tendrá que ceder, u otorgar concesiones parciales.
Habrá que esperar la voz de la Unión Europea parta ver hasta dónde llega el pugilato.