Justo cuando el mundo se enfrenta a una pandemia que le ha quitado la vida a millones de personas y ha puesto a trabajar con extrema rapidez a la medicina científica, millones de personas han dudado sobre los avances de la misma.
El Político
Y aunque esto ha sido una opinión recurrente de millones de personas, la realidad es que la medicina tuvo avances significativos en 2021.
Lo que más ha llamado la atención de estos avances de la medicina en 2021 es que estos pasos de mejora de salud global responde más a personas con menos recursos.
El portal El País realizó un trabajo especial sobre aquellos logros que la medicina científica consiguió durante estos 365 días y aquí te dejamos parte de él:
1. La primera vacuna contra la malaria… Y otras que están por llegar
En octubre, la Organización Mundial de la Salud recomendó por primera vez en la historia una vacuna contra el paludismo para ser utilizada a gran escala en niños africanos.
Se trata de la inmunización RTS,S (Mosquirix), de la que se ha determinado que es segura. Tiene una eficacia que ronda el 40%, por lo que se debe emplear como método complementario de prevención junto a otros que ya demostraron su eficacia como la utilización de redes mosquiteras, la fumigación de interiores y las profilaxis. Esta innovación llega después de décadas de investigación y ayudará a prevenir una enfermedad parasitaria que en 2020 dejó 627.000 muertos, la inmensa mayoría en África subsahariana y entre menores de cinco años. Un mes y medio después del anuncio de la OMS, la Alianza Mundial de Vacunación (GAVI) aprobó una inversión de casi 138 millones de euros para implementarla en seis países del continente entre 2022 y 2025.
La RTS,S es la primera vacuna que consigue la recomendación de la OMS, pero hay otras. El pasado mayo, la Universidad de Oxford anunció que su propuesta ha mostrado un 77% de efectividad en los resultados preliminares de su ensayo clínico, del que van a iniciar la fase 3 para seguir explorando sus capacidades. También este año, el laboratorio alemán BioNTech anunció el comienzo de los ensayos clínicos de una inmunización “segura y muy eficaz” con ARN mensajero para finales de 2022. Y en Estados Unidos, un equipo científico ha infectado a 56 voluntarios y ha comprobado que el tratamiento posterior con un fármaco induce una protección de hasta el 100% frente al microorganismo.
2. Un tratamiento más corto para la tuberculosis más resistente y mortal
La tuberculosis dejó en 2020 alrededor de 1,5 millones de muertos. Hace apenas año y medio, los investigadores de la peor variedad, la que resiste a la mayoría de los medicamentos, dieron con un nuevo régimen de tres fármacos, llamado BPaL, que conseguía hasta un 90% de efectividad en seis meses; todo un salto teniendo en cuenta que, hasta entonces, menos de la mitad de quienes contraían esta enfermedad en su versión más complicada se curaba y los tratamientos se alargaban hasta dos años.
Sin embargo, la cura tenía un inconveniente: los efectos secundarios causados por uno de los tres compuestos. Ahora, un estudio liderado por la Universidad Witwatersrand de Johannesburgo y financiada por TB Alliance, una organización sin ánimo de lucro, han hallado la manera de mantener las mismas tasas de éxito, pero reduciendo esos daños colaterales.
Los resultados de ZeNix, un ensayo clínico presentado el pasado julio, revelaron que el tratamiento BPaL sigue siendo eficaz contra cepas altamente resistentes a los medicamentos cuando se baja la dosis de linezolid, el fármaco responsable de la mayoría de consecuencias adversas. Y que estos, además, se reducen considerablemente. Es toda una esperanza para los pacientes diagnosticados con tuberculosis resistente, que en 2020 fueron alrededor de 158.000.
3. Un nuevo plan para acabar con las enfermedades tropicales olvidadas
La Organización Mundial de la Salud presentó en enero de 2021 la nueva hoja de ruta para paliar la falta de atención que sufre un grupo de 20 dolencias que, en conjunto, afectan a más de 1.000 millones de personas.
Son las llamadas enfermedades tropicales desatendidas (ETD) y entre ellas están el dengue, la lepra, la úlcera de Buruli, la leishmaniasis, la filariasis linfática, el pian… La meta es ambiciosa: reducir en un 90%, la población que requiere atención por una o varias de estas dolencias que tienen en común los efectos devastadores sobre la salud y las condiciones socioeconómicas de poblaciones, en muchos casos, ya empobrecidas.
Este nuevo plan sigue los pasos de la experiencia de la hoja de ruta previa (2012-2020), que arrojó resultados esperanzadores: 500 millones de personas menos que en 2010 en necesidad de atención por una ETD; 40 países han eliminado al menos una ETD; la filariasis linfática, al igual que el tracoma, se ha eliminado como problema de salud pública en cuatro países de América; y en África, ya solo quedan menos de 1.000 pacientes registrados con enfermedad del sueño.
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