Miles de personas se manifestaron el miércoles en varios países contra la violencia policial y la injusticia racial por la muerte del afroestadounidense George Floyd mientras estaba bajo custodia de la policía en Minneapolis, desencadenando días de disturbios en Estados Unidos.
El Político
En Londres, los manifestantes se congregaron en Hyde Park, donde gritaron lemas contra el racismo. Posteriormente muchos marcharon por las calles, bloqueando el tráfico. Algunos llegaron hasta el Parlamento y a la cercana oficina del primer ministro Boris Johnson en Downing Street. Hubo algunas escaramuzas en la calle mientras cientos de manifestantes denunciaban abusos frente a un cordón de policías.
En el interior, Johnson dijo en una conferencia de prensa que estaba “horrorizado y asqueado” por la muerte de Floyd el 25 de mayo cuando el agente Derek Chauvin, quien es blanco, puso su rodilla durante varios minutos en el cuello del hombre negro esposado.
“Mi mensaje al presidente Trump, a todos en Estados Unidos desde el Reino Unido, es que… el racismo, la violencia racista no tiene cabida en nuestra sociedad”, dijo Johnson, quien tiene lazos estrechos con el mandatario estadounidense.
También hubo protestas en otras partes del mundo. En Atenas, la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar a jóvenes que arrojaron bombas incendiarias y piedras frente a la embajada estadounidense al final de una protesta pacífica de alrededor de 4.000 personas. No se reportaron heridos ni arrestos.
En Ciudad del Cabo, unas 20 personas llegaron a la sede del Parlamento y levantaron carteles con lemas contra el racismo como “Black Lives Matter”.
En los Países Bajos, la policía interrumpió una manifestación de miles en Rotterdam porque la multitud se hizo demasiado grande para las medidas de distanciamiento social debido al coronavirus.
En Ciudad del Vaticano, el papa Francisco dijo que ha “presenciado con gran preocupación el perturbador malestar social” en Estados Unidos en reacción a la muerte de Floyd e hizo un llamado a la reconciliación nacional.
“Amigos míos, no podemos tolerar o cerrar los ojos ante el racismo y la exclusión en cualquiera de sus formas y a la vez decir que defendemos lo sagrado de cada vida humana”, dijo el pontífice en su audiencia semanal de los miércoles, realizada en presencia solamente de obispos debido a las restricciones del coronavirus.
Al mismo tiempo, advirtió que “nada se gana con la violencia y es tanto lo que se pierde”.
Nota AP News