Una mujer egipcia, de 28 años, pidió el divorcio después de solo dos semanas de matrimonio porque su esposo hace todas las tareas domésticas. Su esposo, de 31 años, es dueño de una exitosa tienda de ropa, donde tiene varios empleados y, por lo tanto, puede pasar la mayor parte de su tiempo en casa. Samar afirma que pasa todo ese tiempo limpiando y reorganizando muebles, y que ya no puede manejar la vida con él.
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— El Político (@elpoliticonews) November 16, 2017
La mujer, conocida solo como Samar M., afirma que su esposo, Mohammad S., está actuando como un ama de casa, y que se ha aburrido de él. No solo hace todos los quehaceres, sino que se niega a permitirle que ayude en absoluto. Eventualmente confrontó a su esposo, pero dijo que respondió diciendo que si ella quería vivir en su casa, tenía que seguir sus reglas.
“Hemos estado casados por solo dos semanas, lo conozco y lo amo desde hace más de 2 años, pero odio vivir con él y ya no puedo manejar sus acciones”, dijo Samar.
“Mi esposo es un ama de casa. No me deja tocar nada en nuestra casa y hace todo en la cocina, la limpieza y las tareas domésticas generales. Él controla todo en nuestra casa, y no tengo voz en nada, ni siquiera dónde colocar el televisor. A pesar de que es dueño de su propio negocio, contrató a personas para que lo administren, a fin de quedarse en casa, mientras yo me siento y observo”, contó la mujer al explicar su decisión de divorciarse.
Cuando Samar le contó a su suegra sobre las acciones de su esposo, la mujer se sorprendió al decir que Mahoma nunca había hecho las tareas domésticas cuando vivía en casa con sus padres.
“Es la ‘mujer de la casa’ y estoy odiando mi vida con él. Llevamos dos semanas casados y cocina o lava la ropa porque sabe cómo clasificar las prendas lavables por color. Luego plancha la ropa, barre y acomoda la comida en la heladera”, se quejó Samar. “Me siento a mirarlo todo el día mientras él mueve las cosas luciendo muy feliz”.
Samar presentó una demanda en el Tribunal de Familia en New Cairo, diciendo: “Mi esposo no me da la libertad de manejar mis asuntos internos, me siento como un invitado en un hotel”. La joven está buscando el ‘khula’, un procedimiento por el cual una mujer musulmana puede divorciarse de su marido devolviendo la dote (mahr) que recibió para casarse con él.
El caso está pendiente ante el tribunal.
Con información de Periodismo.com