Cuatro organizaciones cívicas aseguraron hoy que Nicaragua sufrió una ruptura del orden democrático y un "retroceso" en la transparencia electoral en los comicios generales celebrados este domingo, en los que fue reelegido el presidente Daniel Ortega.
"Las elecciones de 2016 no han cumplido con los estándares básicos relacionados con la integridad electoral y han representado más bien un retroceso en comparación con las tres últimas elecciones, que carecieron de credibilidad", señaló en un informe el Consorcio Panorama Electoral, integrado por cuatro organizaciones.
"La transparencia electoral fue erosionada ya que se eliminaron casi todos los pesos y contrapesos que generan confianza", alertó ese grupo.
El consorcio calificó de "inédita" la decisión de los poderes Judicial y Electoral de despojar al principal bloque opositor en pleno proceso electoral de su casilla y sus diputados en el parlamento, electos en los comicios pasados.
En resumen, ese grupo consideró que el proceso electoral no fue "creíble por su falta de transparencia, falta de balances y contrapesos, falta de competencia genuina y limpia, falta de autoridades imparciales, falta de respeto pleno a elegir y ser electo".
También estuvieron ausentes garantías del respeto a la voluntad popular, transparencia y fiscalización de todas las actividades claves del proceso y cumplimiento fiel a la Ley Electoral, agregó.
"Este consorcio estima que las acciones del Estado nicaragüense y su gobierno, al reemplazar elecciones genuinas y de acuerdo a estándares mínimos internacionales, por un proceso de diseño e implementación viciado, es violatorio de la Constitución del país", señaló.
A juicio de esos organismos, el proceso electoral representó una ruptura del orden democrático del país, según lo establecen varios convenios internacionales, entre los que se destaca la Carta Interamericana Democrática de la OEA.
Por otro lado, aplaudió el civismo y la naturaleza pacífica y democrática del pueblo nicaragüense "estableciendo como único camino para la solución de esta crisis de legitimidad, la vía institucional, cívica y pacífica".
"Merece especial reconocimiento el uso de la abstención ciudadana como expresión del descontento por la falta de legitimidad de este proceso electoral", señaló ese grupo, sin precisar el porcentaje estimado de ausentismo.
Ese grupo, integrado por Ética y Transparencia, Instituto de Liderazgo de Las Segovias, Movimiento de Mujeres Chinandega y Red de Mujeres Chontaleñas, desplegó 652 observadores en los 153 municipios del país, que vigilaron desde afuera de los centros de votaciones.
Por decisión de Ortega, los comicios no contaron con observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) ni la Unión Europea (UE), entes que cuestionaron el proceso electoral de 2011, en el que obtuvo su segunda elección consecutiva.
Con el 99,8 % de las mesas electorales escrutadas, Ortega ha conseguido el 72,5 % de los votos, frente al 15 % de su principal rival, el exguerrillero de la "Contra" Maximino Rodríguez, de la opositora alianza Partido Liberal Constitucionalista (PLC), según los datos oficiales del escrutinio.
Los nicaragüenses votaron para elegir entre otros cargos al presidente del país, en una jornada caracterizada por la "normalidad", según las autoridades, y una baja afluencia de votantes, según los opositores.
Ortega era el gran favorito para conseguir su cuarto mandato y tercero consecutivo, esta vez junto a su influyente esposa, Rosario Murillo, como aspirante a vicepresidenta.
Con información de: EFE