El dictador de Nicaragua, Daniel Ortega, ordenó la ruptura de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede, máxima institución de la Iglesia católica en el mundo.
El Político
La decisión la adoptó unas horas después de publicarse una entrevista en la que el papa Francisco calificó como una “dictadura hitleriana” al Gobierno de Nicaragua, de cuyo máximo dirigente, Daniel Ortega, comentó —“con mucho respeto”— que padece “un desequilibrio”.
Fuentes diplomáticas en Roma confirmaron a Confidencial que la representante del Gobierno sandinista ante la Santa Sede comunicó “verbalmente” la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma, aludiendo a las declaraciones del Santo Padre, en las que por primera vez se refirió de forma contundente a los ataques del régimen contra la Iglesia católica, reportó ElNacional.
¿Por qué es importante?
Ortega y Murillo pondrán fin a un vínculo diplomático de al menos 115 años, ya que las relaciones entre Nicaragua y la Santa Sede nacieron en 1908. Sin embargo, la convivencia entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua ha estado marcada por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.
Nicaragua ingresará además a un reducido grupo de trece países que no mantienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, cuatro de ellos tienen Gobiernos comunistas —Vietnam, Corea del Norte, China y Laos— y ocho son musulmanes —Somalia, Omán, Mauritania, Maldivas, Islas Comores, Brunéi, Afganistán y Arabia Saudí—, el otro es Bután, un reino budista en el sur de Asia.
El papa elogió además al encarcelado obispo Rolando José Álvarez: “Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”.
En contexo
El papa Francisco calificó como una «dictadura grosera» el régimen de Daniel Ortega, luego de la condena de un obispo nicaragüense a 26 años y 4 meses de prisión, según una entrevista publicada este viernes.
«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», aseveró Francisco al portal argentino Infobae desde su residencia de Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, con motivo del décimo aniversario de su papado.
Entre líneas
La representante del régimen es Yara Suhyén Pérez Calero, quien funge como ministra consejera en la Santa Sede. Nicaragua no cuenta con un embajador ante la Sede Apostólica desde el 21 de septiembre de 2021, cuando Ortega canceló el nombramiento de Elliette Ortega Sotomayor, quien repuso en marzo de ese año al exsubdirector de la Policía Nacional, excomisionado Francisco Bautista Lara.
De acuerdo con la fuente diplomática en Roma “al representante de la Nunciatura en Managua le dieron una semana para irse del país”, indicó Confidencial.
Monseñor Mbaye Diouf, secretario de la Nunciatura, está al frente de la misión diplomática vaticana —en calidad de encargado de negocios— desde inicios de marzo del año pasado, luego que la dictadura expulsó de facto al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
En conclusión
Con la expulsión del nuncio en 2022, se arreció un periodo de hostilidad, persecución y acoso contra la Iglesia Católica en Nicaragua.
El régimen —a través de su maquinaria represiva, encabezada por la Policía Nacional— ha cerrado emisoras católicas, profanado iglesias, expulsado monjas de la orden Misioneras de la Caridad, prohibido procesiones, encarcelado y condenado a un obispo, desterrado y declarado "apátridas" a ocho sacerdotes, recordó el diario.
Ortega ha llamado "terroristas" y "golpistas" a los obispos nicaragüenses, a quienes también ha acusado —sin pruebas— de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, "actúan en Nicaragua para derrocarlo".